16

3.8K 317 49
                                    

Su cuerpo dolía en demasía, al parecer no tuvo que haber pedido demasiado sabiendo como serían las cosas al siguiente día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Su cuerpo dolía en demasía, al parecer no tuvo que haber pedido demasiado sabiendo como serían las cosas al siguiente día. Por suerte, Minho se encargó de todo, lo había bañado y vestido, de paso pidió servicio a la habitación.

Al mediodía habían dejado el hotel, obviamente con paga extra por los fuertes estruendos que fueron escuchados. Ambos estaban con una hermosa sonrisa en el rostro, felices de estar junto al otro.

—De verdad lo siento por lo de anoche —dijo Lee algo apenado.

—De todas formas, fue una buena experiencia, deberíamos hacerlo seguido —rió mientras tocaba el muslo del alto.

El castaño sonrió, y siguió manejando con tranquilidad, sintiendo las suaves caricias que le entregaba su Sunggie, porque si, ya había olvidado el hecho de que estuviera enamorado de alguien más.

—Mañana mamá viene a visitarme, quiere saber como va mi vida adulta —comentó recordando la hermosa llamada de su madre—. Dice que quiere verte, también a tu mamá porque la extraña.

—¿Ya volvió de Malasia? —el pequeño asintió—. Mi mamá también la extraña, así que cuando vuelva a casa la llamo para comentarle.

Ellas se habían conocido en una de las tantas reuniones de padres, en donde hablaron de las maldades de quien ese entonces eran unos adolescentes rebeldes. Al instante se hicieron amigas, yendo a visitarse cada que sus hijos se reunían. Ambas sospecharon de los sentimientos de Minho, pues la actitud que tenía frente al bajito era muy extraña.

Fue en un día de Marzo cuando el castaño le contó en lágrimas que había caído totalmente enamorado de Jisung, y su madre de chismosa fue a contarle a la señora Han. Desde ese entonces, su amistad se reforzó, quien sabe por qué.

—¿Cuándo sería? —preguntó contento.

—El viernes de la semana que viene, es una cena —respondió saliendo del auto—. Mas vale que mañana me vengas a buscar del trabajo.

—Sí, perezoso —dijo con sarcasmo, típicas bromas entre amigos—. Nos vemos.

Antes de que el auto vuelva arrancar, Jisung tomó ventaja de la ventanilla abierta uniendo sus labios a Lee.

—Hasta mañana —sonrió una vez roto el contacto—. ¡Viernes de la semana que viene, no te olvides!

Asintió una una sonrisa, aún sintiendo los suaves labios de Han, y arrancó hacia su casa. Sin dudas aquella noche le resultó sumamente mágica, pues pasar tanto tiempo con el pelinegro era lo que siempre había deseado.

[. . .]

El pequeño observó a su hermano demasiado pensativo, muy ido de la realidad, como si hubiera visto algo sumamente curioso. Iba de un lado para el otro con su mirada perdida, de vez en cuando miraba su celular con el ceño fruncido. Algo le había ocurrido, y Felix necesitaba saberlo.

—Jinnie ¿Qué pasa con esa fea cara? —preguntó molesto.

Fue ignorado, su hermano seguía mirando su celular como si fuera lo más interesante del mundo. El menor rodó los ojos fastidiado, odiaba que lo ignoren. Se levantó de la cama y en un movimiento rápido le quitó el celular.

—¿Viendo chicos en lencería? Eres un pervertido —susurró con gracia—. ¿Así qué por esto andas tan perdido? Admito que tiene un bonito cuerpo, el celeste le queda de maravilla.

—Creo que es Jisung, Han Jisung.

Felix abrió su boca con asombro, jamás se hubiera imaginado que uno de los amigos de su hermano utilizara esas cosas. Rió pensando que se trataba de una de las tantas bromas de Hyunjin, pero al ver su expresión dudó.

—¿Crees o es verdad?

—Minho tiene una foto de Jisung con esa misma ropa, ambos tienen el mismo físico. Joder, no tuve que tomar su celular —dijo tomando sus cabellos en frustración.

—¿Tomaste el celular de Minho? Estás loco, esas cosas no se hacen y lo sabes.

Siempre supo de los sentimientos de Minho, es más, le tiraba indirectas muy directas a Jisung para que abra los ojos de una vez. Las cosas siempre salían mal, pues el pelinegro era alguien muy disperso en ese momento, solo esperaba que eso ya no fuera problema.

Eran muy distinto uno del otro pero esa curiosidad la tenían ambos, uno un poco más controlada, y el mayor sin sentido. Si, también quería saber si ese actor era el mismísimo Han, de igual manera quería saber que tipo de relación tenían aquellos amigos.

—¿Sabes qué es lo peor? Que siempre le pedía colaboración —comentó Hyunjin desesperado.

Claramente sabía de los videos de su hermano, ya que era al primero en decirle sus más grandes secretos. Estaba al pendiente de todo, más que nada de las infidelidades de Hyunjin hacia su, ahora, exnovia. No dudó en retarlo cuando se lo contó, pero no podía hacer nada al respecto.

Volviendo al tema, Felix estaba ideando un plan para atrapar al actor, para saber si era Han. Tenían unas pistas, pero no eran las suficientes para estar seguros. Lo único que tenían claro era que Minho era la clave para saberlo.

—Tengo una idea —soltó con una sonrisa de lado—. Coméntale a Minho sobre el chico, el actor. Tienes que ser muy atento a sus reacciones, debes decirle que te interesaría grabar con él.

—Innie, no creo que sea un buen plan —dijo Hyunjin—. Mira si reacciona mal, o si disimula.

—Dile que eres Sso y que quieres una colaboración con él —rió tranquilo—. No te dirá nada malo, creo.

—Estás loco, sería raro que viera mi contenido.

Hyunjin tenía razón, pero era la única opción que tenían además de la anterior. Era descubrirlo, o dejar que las cosas pasen con normalidad, cosa que ambos no querían.

—Entonces se lo diré yo, voy hacerme pasar como un fan de Quokka—. Dijo con normalidad, ya nada le importaba, solo quería saber si era Han.

Quedaron hablando un rato, llegando a la conclusión de que sería más creíble que su hermano hiciera el trabajo, pues él era el actor que pedía colaboración cada que podía. Tenían el plan perfecto, solo esperaban a que todo salga bien, al pie de la letra, sin equivocaciones. Lee iba a ceder a contarle su secreto, o si no ellos lo descubrirían a las malas.

 Lee iba a ceder a contarle su secreto, o si no ellos lo descubrirían a las malas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
street sexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora