street sex

03

Se despertó entre sus sábanas, el sol era tapado por las grandes cortinas de su habitación. No hacía tanto calor como antes, algo que lo alegró.

Intentó levantarse de su cama, pero al mover las piernas sintió algo en su trasero. Recordó todo lo que había pasado, con pequeñas imágenes en su cabeza. El sonrojo que tuvo en ese momento fue notorio, había dejado que su mejor amigo le metiera algo por su lugar privado, peor aún lo tenía puesto. Tocó su parte baja y allí estaba, metido entre sus pliegues.

Escuchó movimiento en la cocina, seguramente Minho se encontraba preparando el desayuno.

Por alguna razón, su cuerpo estaba ya limpio, pero no sabía por qué el juguete seguía allí. Recordaba al mayor lavando su cuerpo como siempre ¿Acaso no lo sacó por olvido? Decidió ignorar el tema y por fin sacarlo, dolió un poco, pero fue placentero. Era un terrible masoquista a veces.

Bajó las escaleras despacio, y allí estaba de espaldas. Joder, tremendas vistas que estaba teniendo. El cuerpo alto y bien portado de músculos vistiendo unos pantalones de dormir y una musculosa blanca. Al realizar acciones, los músculos se contraían, algo demasiado sexy para Han.

Vio como colocaba las cosas en una pequeña bandeja, su corazón palpitó al ver tal acción tierna. Al darse vuelta, casi tira todo por el susto.

—B-buenos días, pensaba que seguías durmiendo —tartamudeó entre risas nerviosas.

Estaba más tímido de lo normal, pues lo de anoche seguía en su mente. Cuando el pequeño dormía, se tomó el tiempo de editar el video y no pudo evitar tocarse un poco. Como no hacerlo, había penetrado a su amor imposible con un juguete sexual, y peor aún, le había pedido que no se lo saque.

—Aquí estoy —rió—. Vamos a desayunar, mi estómago pide comida.

Se sentaron en la mesada de la cocina, en donde se encontraban banquitos altos color negro. Todo fluía como siempre, ellos dos comiendo, hablando de sus otros trabajos. Hace rato habían pensado en dejarlos, pero una parte de ellos les decía que no era necesario, que era aburrido no hacer nada los días en los que no grabaran.

—¿Subiste el video anoche? —le preguntó con la boca llena de tostada.

—Sí, tuvo mucho éxito —comentó emocionado—. Más visitas que los anteriores —"deberías hacerlo seguido" quiso decir.

—A casa platita —bromeo el pelinegro—. La próxima usaré uno más grande.

Tomó su celular y comenzó a revisar los comentarios de sus fans. Se sorprendió al ver el apoyo que estaba recibiendo.

"Joder, como quisiera que esa fuera mi polla".

" Dios mío, miren los brazos del ayudante CREO QUE MORIRÉ".

" Deberías volver hacerlo con esa ayuda, a ver si de paso te lo follas".

Una sonrisa se instaló en su rostro, pudo tener más vistas que antes junto con nuevas suscripciones a su canal. Luego le contaría a Jeongin para pedirle consejos.

—Están muy satisfechos —soltó Han—. Debemos seguir innovando ¿No crees?

—S-sí, creo que eso traerá más público —contestó bajando su mirada.

Por su mente volvían a pasar miles de escenarios junto a su amigo, muchos de ellos algo románticos. Desde hace tiempo quería probar al chiquillo, pero no tuvo la oportunidad.

—Debería contratar a un actor, hay muchos que me piden colaboración —comentó Jisung llevando su plato y taza al lavabo.

—¿Por qué harías eso? —preguntó con molestia, no quería que otros lo toquen.

—No creo que tú lo hagas, tienes novia.

—Sunggie, no tengo novia ¿De dónde sacaste eso? —se acercó para dejar los utensilios en el lavabo, quedando junto al menor—. Además, sabes que te ayudaría en todo.

Quedaron en silencio, la situación se había puesto extraña. La cercanía era mucha, y sus caras estaban de un color carmín. La tensión sexual se sentía a kilómetros, ambos querían lo suyo con el contrario.

—Entonces me ayudarías con... ya sabes —soltó Jisung en un susurro, recibiendo un asentimiento vago.

Su piel se erizó junto con la contraria. Tenían confianza, pero no para llegar a tal punto. No les molestaba en absoluto, pero no lo dirían en voz alta. Morían por tocarse en ese mismo instante, pero debían mantener la compostura, no harían ese paso al menos que el otro empiece.

—Dormí en el sofá —dijo rompiendo el silencio—. Anoche estabas muy sensible y no quería molestarte.

El pelinegro asintió tímido. Abrió el grifo para lavar los trastes, pero su mejor amigo lo impidió. Lo miró extrañado, pero después sintió como lo corría de lugar para él limpiar.

Sí, a su amigo le encontraba hacer las cosas por él. Siempre fueron así desde adolescentes, y seguían hasta el día de hoy siendo adultos. Adoraba esas pequeñas acciones del mayor, hacían que su corazón salte de alegría.

—¿Dormiste cómodo?

—Como un bebé —bromeó—. De verdad no había dormido así en años.

Rieron juntos ante tal declaración. Jisung pudo respirar con tranquilidad al saber que Lee no tenía alguien más. No era porque le guste, era porque temía perder la atención de su mejor amigo.

Hubo un tiempo en que Minho tuvo novia, lo recordaba con molestia. El castaño nunca iba a su casa, y cuando iba solo hablaba de su novia, o simplemente se ponía a mandarle mensajes de texto a la chica. En ese tiempo no era tan cariñoso, lo había dejado de lado por su enamorada. Así durante unos seis meses, hasta que se dio cuenta de que la chica lo engañaba con alguien más. Recordó cómo había llegado a su casa, totalmente empapado por la tormenta. Ese día se la habían pasado hablando, más que nada tratando de olvidar aquel engaño.

Volviendo al presente, Jisung decidió ver la grabación de anoche. Su curiosidad era demasiada, había sentido tanto placer a la vez que sus fans, necesitaba verlo. Antes le había pedido a su amigo que realizara algunas compras por él, así que tendría el tiempo suficiente para observar al video.

Prendió la laptop de su amigo, esa que siempre se olvidaba. Allí estaba la carpeta con todo el material que les hacía ganar dinero.

038 ese era el de anoche.

Le dio click y rápidamente se empezó a reproducir.