han jisung conocido por la industria como baby quokka, es un actor de videos para adultos. pero no cualquiera, él lo hacía en público.
viendo que ya no tiene el alcance de vistas que antes, le propone a su camarógrafo empezar a participar en sus vi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de los acontecimientos anteriores, empezaron a pasar más tiempo juntos. Cada vez que uno salía del trabajo tarde, el otro lo esperaba fuera del establecimiento para luego ir a cenar comida casera hecha por Han. Estaban muy felices por volver acomodar sus horarios para estar junto al otro, dedicarse caricias y besos sin otras intenciones.
Era viernes, lo que significaba que Jisung tendría que grabar un nuevo video para su cuenta. Estaba emocionado por volver a sentir el cuerpo ardiente de Lee, por volver a sentir sus grandes brazos rodearlo con tanta pasión. Quería que esta vez fuera distinto, quería llegar más allá de simples toques, esta vez quería entregarse por completo.
Por su mente pasaban muchas ideas de cómo hacer que su mejor amigo se enamore de él, pero ninguna le parecía coherente. No sería correcto declararse por ahora, pues imaginaba que lo rechazaría al instante, por eso decidió contratarlo para ser más que el camarógrafo de sus videos eróticos. A su criterio mientras más lo tocase, más estaría interesado en él. Una idea bastante errada, pues no sabía que Minho tenía sentimientos más allá de lo que hicieran.
Fue al local de Jeongin, no sin antes avisarle al castaño que lo esperase en casa. El pecoso se encontraba atendiendo a una pareja junto con Bangchan, siempre dándole consejos a los demás para tener un mejor disfrute en la intimidad.
—Miren, lo que pueden hacer es un juego de roles —comentó el de hoyuelos con una sonrisa—, vendemos muchos disfraces para que puedan recrear las escenas que más quieran.
Los ojos de la muchacha se iluminaron junto a los de su novio, quienes rápidamente fueron guiados por Bang a la sección de ropa.
—Buenas, buenas Sunggie —saludó burlesco como de costumbre—. ¿Qué vienes a buscar para tu enamorado esta vez?
—No vengo por objetos, quiero tener sexo con Minho y necesito tus sabios consejos —murmuró nervioso.
La cara del rubio era un poema, tenía los ojos muy abiertos al igual que su boca. Hace rato le había comentado sobre sus sentimientos por su mejor amigo, pero nunca pensó que llegaría a tal punto.
—Espera, espera ¿Qué? ¿Estás seguro de eso? Sería tu primera vez... Oh dios mío, Sunggie —habló rápido mientras lo sacudía por los hombros—. Dime que es broma, dime que no lo harás solo por gustarle.
—Bueno, la verdad es que lo hago por eso mismo... Es la única manera que tengo de empezar a gustarle —contestó nervioso.
—No, no y no. Tienes que hacerlo porque realmente quieres y no por mantenerlo cerca. Sunggie, él te quiere mucho, no se alejará si no te la mete ¿Entiendes? Has perdido la cabeza, no entiendo cómo puedes pensar esas cosas.
El pecoso ya sabía que ambos se gustaban, y la idea de que Jisung se obligue algo tan ilógico era tonto, muy tonto. Minho jamás se alejaría de su mejor amigo solo por querer tener relaciones con Han, lo conocía muy bien.
