03. La discusión😡

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Capítulo tres.

Fernando Hearts

Mi respiración es agitada, estoy tratando de no explotar para no hacerle daño, pero no puedo evitar sentirme molesto.

—Lea— tomó una bocanada de aire, y trato de hablar sin escupirle todo el fuego de mi enojo en la cara. —¿Con quién hablabas?— trato de que mi tono de voz se escuche lo más calmado posible, pero por su cara de pánico, creo que no lo he logrado.

—Yo... con nadie, no estaba hablando con nadie— suelta una risa nerviosa.

Me está mintiendo, lo sé, y eso me enoja más, ¿No puede ser un poco sincera conmigo? ¿Le cuesta mucho serlo?.

—Entonces dime— me acerco lentamente hacia ella. —¿Sueles decirle "Te amo" al teléfono de vez en cuando?.

—¿Te amo?— finde estar confundida. —No, claro que no, ¿Cómo crees eso?— se aleja de mi, y se sienta en una de las sillas del desayunador.

—Lea, dime la verdad, te estoy dando la oportunidad de que la confianza que siento por ti siga intacta.

Se queda callada, y eso me desespera.

Ni siquiera sé qué está pasando, pero encontrar a tu esposa diciendo "Te amo" por el teléfono, no da la mejor impresión.

—Yo... no es nada, Fernando, yo te amo— se acerca a mi, y me da un beso, uno del cual no soy capaz de disfrutar.

No puedo parar de pensar en sus palabras, no soy capaz de encontrar una explicación lógica que me diga que ella no me está engañando.

—Dime algo, Lea, ¿Si me encontrarás diciéndole "Te amo" a alguien por teléfono, pensarías que no es nada?— le pregunto con un tono de voz helado.

—Yo confiaría en ti— me molesta que empiece a enojarse cuando el único que debería estar enojado aquí, soy yo.

—¿Confiarías en mi? Si, claro— río sin gracia. —No eres tú la que está en mis zapatos ahora, no fui yo quien le dijo "Te amo" a otra persona, eres tú la que no tienes dudas porque eres tú la que ocultas todo y me engañas— no puedo evitar agitarme, no puedo evitar sentirme tan mal.

Tanto tiempo con ella para que al final me haga esto.

—Tú... estás enloqueciendo, tú paranoia está cegándote, ni siquiera te das cuenta que solo te amo a ti, que sé que nunca encontraré a alguien como tú— sus lágrimas me parten el alma, pero no puedo olvidar sus palabras... solo le estoy pidiendo una explicación.

—No... no llores— le pido.

Siempre me vuelvo tan débil, siempre trato de ser delicado con ella, pero a veces soy una completa bestia.

—¿Cómo quieres que no llore, si me lastimas cuando desconfías de mi de esa manera? Creer que te estoy siendo infiel, va demasiado lejos, Fernando— dice entre llantos.

—¿Y lo qué haces no te parece lejos? ¿No crees que deberías ser un poco más empática conmigo? ¿Porque qué quieres que piense? Dime— esta se queda callada, y después de algunos segundos se seca las lágrimas y sale corriendo de la cocina.

Un complicado Matrimonio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora