Un complicado Matrimonio ©

08. Buscando a Lea🔍

Capítulo ocho.

Fernando Hearts.

"Unos hombres que tuvieron en la gala se la llevaron, hasta donde perseguimos la cámara, se la llevaron lejos de la ciudad, no sabemos el punto exacto en el que está, Fernando, pero si nos podemos imaginar... Qué le pasó a Lea...".

Las palabras del policía no salían de mi cabeza, daban mil vueltas en mi conciencia, mientras veía el camino hacia aquel pequeño pueblo.

Pero exactamente una pregunta no salía de mi cabeza:

¿Qué le hicieron a Lea?.

Todo este tiempo he tratado de calmar a los niños, pero cómo puedo calmarlos si ni siquiera yo estoy calmado.

Se supone que solo iría al baño, no que se la llevarían tan lejos, apartándonos, destituyéndonos...

—Lea...— volteo mi cabeza hacia Iván, quien mira hacia el camino y conduce susurrando el nombre de mi esposa.

Después de un efímero silencio, vuelve a hablar. —Recuerdo cuando fue a mi casa— suelta una risa agria. —Yo era tan idiota, y ella era tan ingenua...

—Una parte de ella sigue siendo así, creo que es esa parte de ella la que...— me quedó callado y suelto un suspiro.

—Es esa parte de ella al que hace que no la olvides y que te enloquezcas— sonríe. —Le dije que todo era un juego, ella me había rechazado en medio de una fiesta, era nueva, no sabía el mecanismo del colegio.

—Ella sufrió mucho con eso— me volteo nuevamente hacia ella. —Ahora que te tengo a mi lado... Hemos hablado muchas veces sobre Lea, sobre cómo yo era el esposo y tú eras su amor adolescente... Pero nunca me atreví a preguntarte... ¿Por qué le hiciste eso?.

Suelta una sonrisa triste. —Juro que yo ya estaba enamorado de ella cuando me comporté de esa manera, pero supongo que fue el dolor...

—¿El dolor...?— pregunto un poco intrigado.

—Nuestro amor adolescente se llevó muchas cosas, Fernando...— confiesa. —Oh, recuerdo aquel novio que tenía Lea cuando nos conocimos— suelta una risa. —Era patética la manera en la que me sentía cuando los veía juntos.

—Sientes la necesidad de apretarlos porque... ¿Cómo se atrevía a estar tan cerca de ella? ¿Cómo no eras tú que estabas en esa posición? ¿Cómo su atención no era tuya?— suelto una pequeña risa. —Esos son los pensamientos más enfermos, los celos, tuve que tomar muchas terapias para comprender eso.

Suelta un suspiro. —Lo peor es cómo sientes que tu corazón se hunde, Dios... Es una sensación... Es justamente lo que sentí cuando los vi juntos en la fiesta que teníamos en el parque esa noche.

Hace silencio por un momento. —Él con sus rizos alocados presumía quién estaba a su lado, y con razón.

—¿Entonces fueron celos?.

—No, fue lo que provocaron esos celos... Esa noche me emborraché y después obligué a mi hermano a irnos de allí, no conduje muchas cuadras cuando ya había matado a mi hermano.

Al igual que Lea... Él también perdió a alguien muy importante.

—Iker, Iker, Iker... Después de un tiempo, por mi culpa Lea perdió a sus padres... La distancia que tuvimos después y cómo terminaron las cosas, es algo que ya sabes— se voltea brevemente hacia mí, con una sonrisa triste.

Lo demás del viaje no la pasamos hablando de Lea...

Era muy extraño porque sé que él la ama, sin embargo, los celos no cabían en aquel ambiente, era como si Lea estuviese allí recordándonos que debemos llevarnos bien en frente de los niños.