12. Borracho🥴

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Capítulo once.

Fernando Hearts.

Regresa con mi tarjeta, y me la da. —Lo siento, señor, pero tendrá que irse— me pidió amablemente el barman.

—No, me puedo quedar aquí— respondí para que no tenga que preocuparse.

—Ya es muy tarde, está casi amaneciendo, tenemos que cerrar, usted no se puede quedar aquí, está muy bebido— dijo, mientras trataba de levantarme de la silla.

Pero mis piernas tambalearon, y de un segundo a otro, sentía un fuerte dolor en la nariz.

Vaya estruendosa caída.

Ni siquiera así podía despertarme.

Me levantó, yo sólo reía, reía para no llorar.

—Solo dime, ¿Qué crees q-que hace un humano cuando está pasando por malos momentos?— le pregunté con un tono divertido.

—¿Enfrentarlos?— preguntó.

—No, chico, sale de la realidad para evitarlos— eructé. —Eso es lo que hago ahora.

—Está hablando de usted cómo humano... Pero...— me saca del local. —Quizás solo debería enfrentarlos, aunque sigas tratando de olvidarlo, volverá porque no lo has resuelto y sólo se creará un bucle.

—Gracias, la solución sería matarme pero mis hijos me esperan— recordé. —Y Lea...

Me volteé hacia él. —¿Sabes lo que es amar a alguien y que esa persona te odie?.

—No, pero... Creo que deberías de tratar que no te odiara— respondió el pelirrojo.

—¿Cómo si ni cerca me quiere?— reí amargamente.

Suspiró. —Está demasiado borracho, solo... Déjeme llamar a alguien con su celular— pidió.

—Si... Claro— dije, mientras empezaba a alejarme de él.

Todo se volvía más borroso cada vez que daba un paso.

Estuve a punto de caer nuevamente, pero fui sujeto por unas manos grandes.

Empezó a buscar dentro de mi saco y bolsillos, hasta que encontró mi celular.

—Tiene muchas llamadas perdidas de "Ana", la llamaré a ella— avisó, sin embargo, no presté mucha atención a lo que decía.

Ya empezaba a escuchar borroso también.

Escuchar borroso.

—Tengo un hijo mayor, mi primer hijo, muy lindo, ¿Si? Pues ahora creo que su padre quiere volverme la vida imposible— le conté al desconocido.

—No se preocupe, señor, todo estará bien, todo estará bien...— fue lo último que escuché de aquel barman.

🥀

Desperté, la cabeza me dolía demasiado y mis ojos eran arrollados por la luz.

Mi nariz me dolía y todo me daba vueltas.

—Por fin despertaste— la escuché decir.

—¿Ana?— abrí los ojos por completo, y la vi allí, parada frente a mí.

—Te emborrachaste y te desmayaste pero por suerte el barman me había llamado, y te traje a la empresa— resumió.

Suspiré, mientras trataba de levantarme pero mi cabeza daba demasiadas vueltas.

Un complicado Matrimonio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora