Capítulo veinte.
Lea Díaz.
Un mes después.
Ya había pasado un mes, Jonathan estaba en la cárcel, tenía muchos cargos, secuestro, violación, falsa identidad... Al igual que Ana, ambos llevaban una vida doble, ella por interés y dinero, y él por venganza.
Aunque quedaba alguien dentro de mí, producto de aquella venganza.
Pero todo empezaba a mejorar.
Los niños habían estado yendo a terapia, al igual que Fernando y yo.
Ya Iván había mejorado, y ya estaba bien, había salido del hospital y por suerte no tuvo secuelas.
Santiago y Julieta están conociendo a sus hijos, aunque todavía no se sepa la verdad, decidimos decirle las cosas poco a poco, que se acerquen y que los niños lo acepten sin que sea brusco o tan traumatizante para ellos.
En cuanto a Fernando... Aún las cosas no estaban completamente bien, debemos conversar, pero también necesitamos tiempo... Aunque ya ha pasado un mes y después de que me salvó, no he podido dejar de pensar en todo...
Antes me había herido tanto enterarme de aquella infidelidad, me dolía que todo lo que habíamos vivido, había quedado en la nada...
Pero luego... Luego empecé a dudar, ¿Realmente había pasado?.
La puerta fue abierta, sacándome de mis pensamientos. —Lea, ya todos están aquí— me avisó, Luz.
Volteé hacía ella. —Supongo que ya estoy lista.
—Estás hermosa— dijo, mientras se acercaba y acariciaba mi pequeña pancita. —Sé que todo se arreglará, Lea, tu familia volverá a ser como antes, y sino... Recuerda que estoy aquí para apoyarte.
La abracé. No pude evitar soltar algunas lágrimas... A veces deseaba que todo volviera a ser como antes, como cuando éramos niñas y mis padres vivían.
—Pero el tiempo pasa...— dije inconscientemente. —A veces me gustaría tanto volver al pasado y tomar mejores desiciones.
Luz acarició mi cabello. —Pero solo queda el presente, y debes seguir igual de fuerte aunque ya el pasado te haya destruido muchas veces. Sigue igual de fuerte, ¿Si? Lo vas a lograr.
Asentí, ella limpió mis lágrimas. —Es hora de que bajemos, Ángel debe estar ansioso por su fiesta de cumpleaños.
—Lo está— suelta una risa. —Julieta lo está cuidando, estoy segura de que será buena madre, aunque no creo que el niño se aleje de ti.
—Espero que no lo aleje, lo amo tanto...— suelto un suspiro. —¿Fernando y Santiago llegaron?.
Luz asintió. —Y también Iván.
***
El cumpleaños había sido un éxito, Ángel se había divertido mucho, al igual que todos, ya todos los niños y padres se habían ido, y mis hijos dormían cansados en su habitación.
Yo organizaba las cosas en la cocina cuando sentí unos pasos. Volteé, era Iván.
—Lea... Creo que ya es hora de soltarte...— expresó mientras se acercaba a mí. —Me equivoqué tanto contigo, y en parte lo estoy remediando, pero... Solo quiero que sepas que siempre te apoyaré y trataré de cuidar a tu familia cuando tenga que hacerlo.
—Muchas gracias, Iván, has sido muy bueno los últimos años, y la verdad es que te he tomado mucho cariño, pero como amigos, Iván... No quisiera que la amistad se rompiera, aunque si sé que ya es hora de que vuelvas a vivir— dije, mientras acariciaba su cabello.
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Un complicado Matrimonio ©
RomancePersonas del pasado vuelven. Juegos sucios empiezan a atacar. ¿Podrán Lea y Fernando superarlo todo y continuar con su matrimonio?. Pequeño fragmento: "--¿Entonces ya no estaremos juntos? -pregunté con el corazón en las manos. -No lo sé, Lea.... No...