Capítulo dedicado a MariaFernandaMaestr0 y a FernandoRodriguez627 muchas gracias por el apoyo, mis amores 🖤⚡️
Capítulo cinco.
Lea.
Cuando te dispones a vivir de amor, te dispones a vivir en un sube y baja, que a veces puede ser muy cruel.
Personas desconfianzas, porque crees que en el fondo esa persona si confía en ti, y todo eso... son efectos del amor.
El amor no te enciega ni te hace sordo, sólo te hace inmune ante las heridas que te abre la persona que amas.
Por eso me encuentro ahora abrazada de Fernando, olvidando que dudó de mí. Porque también de esto trata el amor.
Cuando el corazón está encendido de amor, soporta cuantas grietas pueda, hasta que se quiebra completamente.
Pero entonces cuando ya está quebrado, vuelve una persona que lo reconstruye, y quizás después lo destruya también, y nunca salgas de un ciclo de amor decepcionante y sobre todo, doloroso.
—Te extrañé tanto, Lea— confiesa aferrándose más a mi cuerpo. —Eres el lugar donde pertenezco, Lea... no puedo tomar otro rumbo si tú no estás allí.
—¿Papi?— Juliano baja las escaleras rápidamente. —¿Dónde estabas? ¿Sabes lo mucho que extrañe como lees mis novelas en la noche?— pregunta, mientras se aferra a su pierna.
—Lo siento mucho— se baja a su altura, y lo abraza. —¿Y tus hermanos?— le pregunta.
—La bebé se quedó dormida en el camino, mami la subió muy rápido a su habitación, y después volvió a bajar, nosotros nos quedamos en mi habitación, pero bajé a beber un poco de agua, y por suerte, te encontré porque ya te extrañaba mucho, padre.
—Yo también los extrañaba— dice, mientras me mira rápidamente. —¿Y dónde estaban?— le pregunta al pequeño, mientras despeina ligeramente su cabello.
—Estábamos en el parque, yo me divertí mucho columpiando a Michael— exclama con una sonrisa.
—¿Y no te columpiaste?— le pregunta, mientras hala ligeramente su nariz.
—No, mami decidió que nos fuéramos muy rápido del parque— responde Juliano, mientras se encoge de hombros.
—¿Por qué?— pregunta con confusión, mientras me mira.
Diablos.
—Mmm... no lo sé, quizás sea por el hombre del parque— responde Juliano, mientras me mira de igual manera en la que me ve su padre.
—Mmmm... un hombre— me dedica una mirada que aunque parece no transmitir nada, a mí sí me transmite algo: Estoy jodida.
Mierda, y más mierda, mierda por todos lados.
Esto suele suceder en mi vida cuando las cosas mejoran.
—Muy bien, bebé— ¿Acaso celebra que su hijo sea tan infiel a su madre?. —Ahora duerme para que no te quede dormido cuando empiece a leer, hoy traje una novela nueva para ti, es muy interesante, sé que te va a gustar, tiene una trama de fantasía romántica, es decir, fantasía y romance— exclama con una sonrisa nerviosa.
—Muchas gracias, papi— se voltea y empieza a caminar hacia las escaleras, pero cuando está a punto de subirla, se voltea hacia su padre. —¿Y el bebé?.
Fernando empieza a toser de manera exagerada. —Ehhh... el bebé.
—¿Aún no ha llegado?— pregunta Juliano con confusión. —Tengo mucho tiempo durmiendo con los monstruos...
—E-Ehhhh... es que el bebé necesita más tiempo, pero si quieres que venga más rápido, tienes que dormir...— hace como si está pensando. —Ahora.
—Mmm...— exclama desanimado y con una pizca de irritación, antes de subir las escaleras y desaparecer lentamente se muestras vistas.
Prediciendo lo que estaría a punto de pasar, me adelanto, y cuando Fernando se voltea hacia mí, lo beso de manera apasionada.
—¿Acaso me quieres seducir?— pregunta de manera coqueta en medio del beso. —Quieres que olvide, ¿Eh?.
Suelto una pequeña risa, mientras empiezo a desabotonar su camisa.
Subimos algunas escaleras besándonos de manera apasionada, de vez en cuando, separándonos para asegurarnos de que los niños no nos estén viendo.
Entramos a la habitación, y pasan algunos minutos cuando nuestras ropas están tiradas por todos lados, y nosotros jugando de manera indebida en la cama.
Si mueve se vuelve lo suficientemente ágil, causando sensibilidad, y junto a ella, el orgasmo.
Mis piernas tiemblan, me contraigo una y otra vez, siento el orgasmo aún teniendo él su boca en mi intimidad.
Fernando se levanta, hala mis piernas y me pega hacia él, y hacia su imponente erupción, causando una penetración lenta y deliciosa.
Empieza a moverse lentamente dentro de mí, acariciando cada lado de las paredes de mi intimidad.
Causando cosquillas en mí, que, además de causarme excitación, causa en mí placer y gemidos.
Sus movimientos prohibidos cada vez son más rápidos, el éxtasis crece en nosotros, al igual que las ganas de llegar al punto final.
Nuestro ritmo es cada vez más rápido, el orgasmo cada vez se acerca más, hasta que Fernando para.
—¿Por qué?— exclamo con pereza. —¿Vamos a cambiar de posición?— pregunto con atrevimiento y hasta un poco muy coqueta.
—Siento que tocaron la puerta.
—No...— lo acerco a mí, pero éste se separa rápidamente, se levanta de la cama, y camina a la puerta, tapando su desnudes con ésta.
—¿Papi, puedes darme mi novela?— le pregunta Juliano.
—Claro, dame un segundo— Fernando cierra la puerta y empieza a buscar algo.
—¿Por qué a nosotros?— exclamo, mientras estrujo mi cara con pereza.
Fernando ríe, mientras yo suelto un suspiro, y vuelve a acostarme, quemándome viendo el techo.
Aún así disfruté, mientras duró.
La mejor parte de cuando te enojas con tu esposo, es la reconciliación.
Enojarse no tiene nada de bueno, pero... arreglarse, sí que lo tiene....
Montaña rusa: Matrimonio, aquí vamos de nuevo... trátame mejor esta vez.
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Un complicado Matrimonio ©
RomancePersonas del pasado vuelven. Juegos sucios empiezan a atacar. ¿Podrán Lea y Fernando superarlo todo y continuar con su matrimonio?. Pequeño fragmento: "--¿Entonces ya no estaremos juntos? -pregunté con el corazón en las manos. -No lo sé, Lea.... No...