Momentos Íntimos de Violyn

Así No Hay Quien Se Concentre

Caitlyn se encontraba en su despacho repasando los informes del caso principal que le ocupaba en el momento cuando escuchó abrirse la puerta de la calle. El ruido de algo metálico y pesado cayendo bruscamente contra las baldosas del vestíbulo provocó que levantase una ceja, molesta.

Se abrió la puerta del despacho y Vi entró por ella, armando bastante escándalo con las pesadas botas que siempre llevaba.

─ Una guardia bastante tranquila, pastelito. Ni rastro de tu asesino en serie.

─ Vi...

─ Tuve que arrearle un par de sopapos a unos gamberros que trataban de atracar a un chaval, pero aparte de eso...

─ Vi, te he pedido varias veces que no tires los guantes de cualquier manera contra el suelo. Sabes que pesan una tonelada y vas a terminar por dañarlo. Compré esa tabla y la puse cerca de la entrada específicamente para que los pusieras encima.

Vi se acercó a ella y le dio un besó en la coronilla.

─ Perdona, pastelito. Ahora los muevo.

Vi salió del despacho. Caitlyn apoyó la mejilla sobre la palma de la mano y suspiró. Después bajó la mano y pasó la página. Al poco, Vi volvió a entrar en el despacho. Se colocó detrás de ella, le rodeó el cuello con los brazos y le besó la frente.

─ Hoy te he echado de menos, pastelito. Solemos hacer la ronda juntas.

─ Lo sé, querida, pero este caso está ocupando mi atención. Necesitaba un poco de tiempo para revisar las pruebas tranquilamente.

─ Bueno, ahora que he vuelto podrías tomarte un descanso ─ movió una mano y la deslizó bajo la camiseta de tirantes color azul marino de Cait, acariciándole el pecho ─ Me vendría bien una ducha. ¿Me acompañas?

Caitlyn terminó de anotar algo en el informe con su pluma.

─ Eso sería exquisito, querida, pero ahora mismo necesito concentrarme en esto.

Vi deslizó la mano más abajo y le agarró un pecho, mientras le mordía una oreja.

─ ¿Qué ocurre? ¿No te gusta?

Cait apretó los labios para contener un gemido.

─ Sabes que sí, Vi. No te hagas la ingenua. Por eso mismo necesito un poco de concentración. Es importante que avancemos con este caso.

─ ¿Por qué tienes tanta prisa por atraparle? Si parece que solo mata a delincuentes de Zaun.

Caitlyn volteó el cuerpo y Vi se separó de ella, con los brazos en alto. Cait levantó una ceja y le dedicó una severa mirada.

─ De entre todas las personas, tú deberías ser la última en tener esa forma de pensar.

─ Solo era un poco de humor negro, pastelito.

Cait se giró de nuevo hacia la mesa para continuar ojeando los informes. Vi volvió a abrazarla desde atrás.

─ Sabes que no pienso eso de verdad.

─ En ese caso deberías dejar que me centre en esto. ¿Por qué no vas a darte esa ducha? Puedo olerte los sobacos desde aquí.

Vi se apartó de ella bruscamente.

─ Mejor voy a aprovechar para hacer algo de ejercicio primero, así libero un poquito de la tensión acumulada ─ contestó, irritada.

─ Te quiero ─ dijo Caitlyn, sin despegar la mirada de los documentos, mientras Vi desaparecía por el marco de la puerta, algo airada.