Punto y coma ;Yoonmin/editando

Park Jimin.

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Jimin era una persona explosiva, amorosa, perfeccionista, mostraba una tremenda dedicación cuando algo era de su agrado, gente externa incluso podría describirlo como un narcisista, pero siempre existe una sobre cara en las personas.

No le gustaba esa parte de sí mismo, él no tenía el típico complejo con su cuerpo o rostro, no necesitaba de la valoración social para sentirse aceptado, nunca dependió amorosamente de nadie, consideraba que solo él podía satisfacer sus impulsos y búsquedas de cosas novedosas.

Era alguien independiente, fuerte, tenía una máscara impecable frente al cumulo de sociedad, lo tenía todo aparentemente, hasta que conoció a Min Yoongi, más allá de todo, no premedito enamorarse así, todo ocurrió tan rápido que no tuvo tiempo para asimilarlo, ese chico rebelde llego para romper su esquema, y odiaba eso, odiaba el sentimiento de impotencia al no poder controlarlo todo, y se sentía mala persona por pensar de esa forma.

Tocando el tema de la debilidad, lo que en mayor grado le preocupaba eran sus pensamientos, su personalidad, tan amable, simpático, alegre, tierno, había mil modos de hacer una descripción que representaría al chico ideal de todos en el planeta, sin embargo él no lo sentía así, estaba consciente de su parte oscura, el Jimin envidioso, grosero, el oportunista y manipulador, todos tenían demonios en su interior, nadie estaba en la postura de juzgar ya que como seres vivos somos un cuadro en blanco que se va formando de acuerdo a nuestras experiencias vividas, el pelinaranja odiaba no poder controlarse de vez en cuando, sabía que no era mala persona, pero tenía sus fallas con las cuales lidiar.

--Park Jimin, su turno—Estudiaba dos carreras, "danza contemporánea" y lo que su padre había escogido para el "contaduría y finanzas" cosas totalmente contradictorias, como artista era una persona libre, encima de un escenario solo era su individuo, su talento y el personaje que le tocara interpretar, podía mostrar la mejor parte de sí y eliminar las imperfecciones siendo alabado por una presentación etérea, pero en clase de finanzas, el Park Jimin tímido e inseguro salía a relucir, sin mencionar que no era de su agrado tal carrera, aunque no lo quisiera era una persona transparente, sus facciones reflejaban mal humor.

El profesor mantenía su vista fija en una libreta, era el tercero de su clase en exponer, de tarea había realizado una tabla de cálculos globales generales, mientras caminaba al frente mordía constantemente su labio inferior, comenzaba a respirar muy rápido, una y otra vez, presentía un ataque de pánico, estaba tan cansado de aquello.

Vamos Jimin, contrólate, es solo otra exposición, ya lo has hecho antes.

Tú puedes.

Seguía repitiendo eso en su mente, como un mantra, ahí parado en la tarima podía sentirse observado, no le gustaba ser el centro de atención, no de esa manera, amaba los aplausos, pero no las burlas, sentía las miradas fijas en sí mismo, su profesor impacientado, los alumnos mostrando una gracia que para él era inexistente, todo a su alrededor parecía ir en cámara lenta, sentía las gotas de sudor frío escurrir por su columna, su piel ardiendo en un sonrojo por estrés, no iba a resistirlo.

--L-los cálculos alrededor de 2018 h-han aumentado con la producción de pe.. petróleo extranjero—Inicio a hablar cuando sintió un fuerte tirón en su estómago, soltó un pequeño jadeo adolorido y se inclinó hacía el frente.

--Señor Park, le pido deje sus fanfarronerías para otro momento, no tengo todo el día.

Jimin intento enderezarse, pero sentía sus cienes punzar fuertemente, el aire no llegaba debidamente a sus pulmones.

--Joven, si no comienza en este instante a dar su exposición tendré que reprobarlo.

Todo estaba girando, intento observar a los demás sentados frente a él.

--¡Vamos Jimin, así como mueves tu lindo trasero en danza puedes mover la linda boquita para hablar! —Lee Minju hablo desde unas de las butacas al fondo.

Ese fue su borde, ¿que tenía que ver su cuerpo en ese momento?, muchos creen que ser lindo lo es todo, se matan buscando la perfección de un modelo, pero la gente que es hermosa contantemente encuentra muchos obstáculos, ser bonito no lo es todo, y quien crea que sus problemas se resolverán con un cuerpo y rostro agradables y estereotipados, eran completamente estúpidos, esa era su opinión, podía aguantar algunos comentarios, pero por supuesto, la insistencia cansa, y todos tenemos la gota que termina por corromper nuestro vaso.

Lagrimas bajaban por esas mejillas rechonchas, el chiquillo tocaba y rascaba su cuello con insistencia, las rodillas impactaron contra los duros azulejos, dio un grito cuando se sintió ahogado, no quería más de esas habladurías, no necesitaba de personas como su padre que le imponían creencias en las que él no confiaba, estaba harto de perder el control en público y estaba comenzando a sentirse asqueado, ¿en qué momento su psique se volvió tan débil?, no lo sabía, no estaba triste, estaba furioso con el mundo, su manera de ser, la manera en que todos se mantienen tan ensimismados que no se dan cuenta que somos nuestros propios responsables de las desgracias que nos ocurren, enojado porque sabía que tal desparrame de frustración y pánico era su culpa.

--Jimin, minnie, pequeño, reacciona por favor, ya estoy aquí, shh—El pelinaranja sentía que estaba siendo rodeado por unos brazos cálidos, seguía llorando, pero había dejado de patalear como un infante.

Tuvo suerte de que tal rubio hubiera caminado frente el aula en ese instante.

Yoonie no me sueltes.

--Cariño respira, estás conmigo, no estas en peligro, calma lindo—Suaves caricas estaban siendo repartidas por su espalda, dio una profunda inhalación, el olor de Yoongi lo perforo, soltó más llanto, pero esta vez de alivio, estaba a salvo, sin importar que, con él estaba protegido, aunque llevaran un mes como pareja, era su ancla, la mano que podía sostener al cruzar la calle.

Park Jimin supo lo que era depender emocionalmente de un contrario y no podía estar más a gusto y asustado con eso, sabía los riesgos, pero la necesidad de sentirse profundamente amado era mayor, por fin alguien veía a través de él y acariciaba con parsimonia su dulce y maltratado corazón, ¿acaso había algo mejor?, las consecuencias de amar sin medida eran crueles, pero era un precio que estaba dispuesto a pagar, porque el amor eran tan incoherente, daría la vida entera por ser sostenido eternamente por esos brazos pálidos.

Sintiendo su cuerpo laxo, cayó lentamente en un desmayo, como últimamente pasaba, su mayor acompañándolo.