Risa.

45 3 1
                                    


El sonido de la lluvia se confundía con el golpeteo de mi corazón, todo traspasaba mi cerebro como si este estuviera hecho de aire, a pesar de la música que salía a través de los parlantes de mis audífonos, del ruido de los coches, el aroma a tierra mojada, el grito de las personas que corrían a su hogar desesperadas por recibir el cobijo de un techo, nada podía evitar las voces de mis pensamientos, no podía hacer nada para detenerlas.

Solo había un lugar al que podía ir, la única persona que podría calmarme, inconscientemente mis acelerados pasos me dirigieron hasta él, a su hogar, su puerta se alzó delante de mí imponente, dude por lo que me pareció una eternidad tocar o no hacerlo, retirarme y esperar a que la calma o la muerte llegaran a mi primero, o simplemente sentarme a llorar aquí a pocos metros de él desesperado por que escuche mis sollozos y por arte de magia salga y me abrace como solo Jimin sabe hacerlo.

Mis dedos tiemblan, mi cuerpo se sacude y doy tres golpeteos rápidos esperanzado en que no me corra a patadas de su casa, escucho un par de voces y risas acompañadas de "espere un momento" e inmediatamente me tenso, comprendo que ha sido una mala idea, ¿que esperaba? ¿que estuviera solo como en los últimos tiempos? ¿Qué me recibiera con un beso, un café cargado y las sábanas tibias para acurrucarnos?

Deja de ser un soñador Min Yoongi.

La puerta se abre y un rostro aniñado con sonrisa de dientes prominentes se me muestra.

Jeon me mira serio.

--¿Que necesitas Min? Jimin no puede atenderte en este momento.

Muerdo mi labio inferior y me cuesta horrores no gritar en este instante.

--Y-yo... --me reprimo interiormente por haber tartamudeado. –Lo siento, ha sido un error.--Hago el amago de retirarme, pero mis piernas al parecer no quieren moverse.

--Kookie, ¿quién es? —La voz más dulce se alza en alto, una mano la recarga en el hombro de Jungkook y se impulsa en puntillas para poder ver bien a través de él, cuando me divisa al otro lado de la puerta suelta un jadeo, no sé si se ha sorprendido por ser yo o por mi aspecto, tal vez ambos.

--¿Yoon?

--M-mimi...

Su cuerpo se tensa ante el apodo que solía decirle, abre más la puerta y se coloca enfrente de Jungkook dándome vía libre para entrar.

Termino por sucumbir, he extrañado su casa, se había convertido mi hogar, más incluso que mi propio departamento, por unos segundos, a mi mente llegan imágenes de nosotros desayunando, yo cargándole y colocándole en la encimera de la cocina para llenarle de besos, preparando una cena sorpresa para cuando regresara de una práctica cansada, nosotros en el sofá donde me acabo de sentar, su olor esta por todas partes y soy lo suficientemente débil para agarrar e inhalar una respiración profunda de la manta que siempre utiliza para ver películas y deja olvidada en este mullido sillón, su aroma me penetra y eso es todo, gotas saladas descienden nuevamente por mis mejillas sin control, mi respiración se corta y me atoro con mi propia saliva, empiezo a toser.

No me importa que Jeon este sentado enfrente de mi a tan solo un metro de distancia en una silla y me dedique una de sus miradas de odio que pretenden avasallarme, Jimin me entrega un vaso con agua del cual yo bebo como si fuera la ultima gota del desierto y mi pelinaranja se sienta a un lado en el mini sofá de una pieza en medio de Jungkook y yo.

--T-te ves bonito—Carraspeo.

--Gracias... --Me da una sonrisa pequeña, me muero por ver su diente pandeado.

--¿Para qué has venido Min? —Ahora soy yo quien le regala una mala mirada al detestable azabache.

Abro la boca con intensión de hablar, pero nada sale, es como un enorme nudo que no me permite hacer absolutamente nada, ¿Qué le voy a decir? "¿Ho, vine por que estoy al borde de un ataque de pánico y quiero un abrazo?" En definitiva, no esperaba encontrar a Jimin con compañía.   

Punto y coma ;Yoonmin/editandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora