Capítulo 16

186 23 27
                                    



1875, Londres


Abrió el armario emocionado. El reloj marcaba las cuatro de la tarde, una hora para estar frente a Brian. Como el de cabellos rizados no le dijo a qué sitio lo llevaría, Roger dedujo que sería una "velada" especial. Acordó, por ende, vestirse de una manera más formal, parecida al estilo de May. Se colocó unos elegantes pantalones de vestir negros, una camisa blanca y encima, un chaleco azul oscuro. Se colocó unos esculturales zapatos del mismo color que los pantalones, solo que estos brillaban debido a su textura. Definitivamente, con ese vestuario no parecía él, parecía un hombre rico cuarentón del siglo diecinueve.

Nunca lo había hecho, pero mientras se observaba a sí mismo en el espejo del baño, creyó que sería buena idea recoger su rubia melena en una coleta baja.

Se dio un último vistazo y abandonó el cuarto de baño con una sonrisa.

Eva y John habían abandonado la casa hace ya una hora, por lo que Freddie y él eran los únicos presentes.

Miró nuevamente el reloj; las cuatro y media. 

— Me voy, Fred. — Avisó a su amigo, el cual preparaba la comida de Delilah en la cocina.

— De acuerdo, cielito. — Colocó el cuenco de alimento gatuno en el suelo, provocando que la siamesa corriera con ansias para devorar su contenido. El persa se acercó al rubio y le colocó bien el chaleco. — Si hay sexo, dame todos los detalles. — Depositó un beso en la frente de su amigo.

— Eres asqueroso. — Ambos rieron.

Tras varios comentarios inoportunos más por parte de Freddie, Taylor abandonó su nuevo hogar para dirigirse a la plaza.

Desafortunadamente, aquel sitio quedaba a unos veinte minutos de la morada del azabache, por lo que al llegar, se sentó rápidamente en el primer banco que vio. Tenía las piernas ligeramente abiertas, con una mano en su rodilla y la otra secándose el sudor de la frente. Roger no tenía una muy buena condición física. 

Recordó que la casa de Brian se encontraba todavía más lejos que la suya, por lo que empatizó con él por un instante, imaginando como de cansado llegaría.

Sin embargo, May apareció minutos después, caminando tranquilamente y sin ninguna expresión en el rostro. Portaba un traje gris con botones negros, el cual se ajustaba perfectamente a su cuerpo y le formaba un porte elegante. En su mano derecha sostenía un sombrero negro delicadamente. 

Cuando el mayor divisó al rubio, caminó hasta sentarse a su izquierda, se cruzó de piernas y lo miró con una diminuta sonrisa. Roger todavía tenía las mejillas rojas por el cansancio, y ver que Brian había caminado el doble que él y estaba en perfecto estado lo hizo sentir débil.

— ¿Cómo has caminado todo eso sin cansarte? — Cuestionó curioso. El castaño se alzó de hombros, intentaba aguantar la risa que le provocaba ver a su amigo en esas condiciones.

— Deberías hacer más deporte. — Vaciló. — ¿Y esa coleta? — Le señaló dicha cosa.

Roger se sintió acomplejado ante ese comentario, así que puso la cabeza gacha e intentó deshacerse la cola. Pero el castaño lo detuvo de inmediato.

— Hey, no iba a malas, me gusta. — Le regaló una sonrisa sin dientes. — Acércate. — Meddows obedeció y Brian le rehizo la coleta, la cual se había deshecho ligeramente. — Listo.

— Gracias. — Musitó.

— Vas muy guapo, aunque prefiero tus atuendos despreocupados. — Comentó sin darle importancia al cumplido que había escapado desde su mente hasta sus labios.

· Only 100 years - MaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora