Capítulo 28

175 24 32
                                    


1875, Londres


Caminaba emocionado hacia su casa. Se había acostado con Brian, se había acostado con un hombre por primera vez y se moría por contárselo a Freddie. Las calles londinenses estaban vacías, pues eran las tres del mediodía, hora de descansar. Hacía mucha calor, y la frente de Roger no paraba de sudar.

— Joder... — Se quejó el ojiazul secando su sudor. — Puta mierda de calor.

Le comenzó a doler la cabeza, así que hizo un intentó por aumentar el ritmo. Minutos después, se encontró con su hogar. Abrió la puerta y se fue directamente a la cocina. Agarró un vaso de agua y comenzó a beber sin importarle que su ropa se estaba mojando.

— Madre del amor hermoso, ¿qué eres, una ballena? — Freddie lo observaba apoyado en el marco de la puerta. — Deberías hacer más deporte, la casa de Brian está literalmente a seis minutos andando, no puede ser que estés casi desmayándote.

Roger lo miró enfadado y dejó el vaso en la mesa creando un golpe bastante fuerte.

— No sabes la calor que hace, Fred. — Se abanicaba el rostro con las manos.

— Anda, ven.

Fueron al salón y se sentaron en el sofá. Freddie esperaba pacientemente a que el rubio se recuperara de aquel "largo e insufrible trayecto". Poco a poco, el rojo de su cara se desvaneció, su respiración agarró un ritmo normal y el sudor dejó de existir.

— ¿Y bien? ¿Qué tal con sus padres? — Vaciló.

— Bien, son agradables... Pero tengo algo mucho más importante que contarte. — El persa se acercó a su amigo entrecerrando los ojos. — Promete que no gritarás como una loca. — El pelinegro carcajeó.

— Eso depende de varios factores, como el grado de la noticia. Si es de grado bajo probablemente no grite, si es de grado medio será un grito apagado, si es de gra...

— Vale, da igual. — Interrumpió la charla de Mercury y suspiró para darle suspense. — Me he acostado con Brian.

El azabache abrió la boca para gritar, pues como no hacerlo.

— ¡Madre mía! — Agitaba las manos emocionado. — ¡Madre mía, madre mía, madre mía! Quiero detalles, ¡ya! — Exclamó.

— Ya... No te ofendas, pero no pienso darte detalles de mis relaciones íntimas. — El mayor hizo un puchero.

— ¿Te gustó? — Roger sonrió asintiendo. — ¿Más que con una mujer? — El rubio lo reflexionó por unos segundos, y terminó por asentir.

— Sí, realmente sí. Brian es... Un salvaje. — Freddie comenzó a reír, ya que no imaginaba al rizado de esa forma.

— Un momento, ¿lo habéis hecho en su casa estando sus padres? — Cuestionó curioso el persa. 

— Sí, fue idea mía. — Ambos rieron.

— Me alegro mucho por ti, Rog. — Le golpeó el hombro en modo de amistad.

Realmente Roger se sentía muy afortunado de aquello que le había pasado, aquello de haber despertado cien años atrás sin ninguna explicación. Ahora era más feliz, ya no estaba amargado. Si no hubiese viajado al pasado no hubiese conocido a Brian, a Freddie o a John. Ellos lo habían ayudado a ser mejor persona. Lo ayudaron a ser feliz.

— ¿Tú has hecho algo con John? — Preguntó pícaro Taylor. Freddie negó decepcionado.

— Que va, lo intento muchas veces, pero nada. ¿Crees que Eva y él follaban?

— Supongo. Dale tiempo, ya sabemos como es Deaky, le dará vergüenza. — Reconfortó a su amigo. 

— Pues no sabe lo que se pierde. — Señaló su entrepierna, haciendo reír al rubio.

— ¡Freddie, por Dios! 

— ¿Qué? Ya estoy harto de besitos, quiero acción. — Rieron nuevamente.

La tarde pasó amenamente, entre anécdotas y comentarios graciosos. Estaban felices de como iban las cosas. Su amistad, sus amores, todo iba sobre ruedas...


[···]


Llamó a la puerta de la señora Sallow. Acababa de recoger unas cuantas patatas y sabía que ella jamás se resistía. La puerta se abrió dejando ver a un hombre alto y delgado. Llevaba el pelo corto peinado hacia atrás con gomina, además de un fino bigote.

— ¿Qué se te ofrece, joven? — Cuestionó.

A Brian le extrañó no ver a la encantadora señora.

— Hola, ¿está la señora Sallow? — El bigotudo se tensó.

— Eh... Bueno, la mataron el jueves, al parecer llevaba toda la vida saliendo con señoritas. 

May no pudo evitar entristecer y asustarse a la vez. Habían matado a aquella inocente mujer, una mujer fue asesinada por amar a quien quería. ¿Y si a él le pasaba lo mismo? O peor aún, ¿y si mataban a su rubio? La sangre se le congeló.

— Oh, v-vaya. G-gracias, señor. — Al hombre le dio pena el rizado, por lo que acabó comprándole varias patatas.

Brian volvió al huerto algo entristecido. Su padre vio la actitud de su hijo y no tardó en preguntar.

— ¿Qué pasa, hijo? — El nombrado salió de su trance.

— Oh, es que... El jueves mataron a la señora Sallow. — El mayor no esperaba aquella noticia.

— ¿Y eso? 

— Ella... Ella salía con chicas, con mujeres. — Observó la reacción de su padre, así podría comprobar si era homófobo o no.

El hombre negó con la cabeza.

— Madre mía... La gente no hace más que meterse en la vida de los demás. — ¿Eso qué significaba? ¿Significaba que su padre estaba de acuerdo con la homosexualidad? En ese caso, el ruloso estaba bastante feliz por escucharlo. — Era una buena mujer.

— Sí...

Padre e hijo continuaron trabajando. Era domingo, el día siguiente comenzaba una nueva semana, por lo que no podría ver tanto a su amado. 

Mientras cortaba la parte verde de unas cuantas zanahorias, recordó un pequeño detalle:

Roger venía del futuro.

Entró en pánico. 

¿Y si de repente Roger desaparecía? ¿Y si volvía sin previo aviso?

Cuando eso pasara no habría forma de comunicarse con él. Brian ya estaría muerto en su época y Roger aún no habría nacido en la suya, sería como intentar hablar con un cadáver, un fantasma.

No quería que eso pasara, era su peor pesadilla. No dejaría que su amado se vaya por nada del mundo, debía mantenerlo allí, no debía dejarlo marchar.

Su mente comenzó a recrear un mundo sin Roger, por lo que no pudo evitar soltar algunas lágrimas. Su padre se percató de ello.

— ¿Brian? — Rápidamente, el nombrado secó sus lágrimas con la manga de su camisa. — ¿Estás bien?

— Sí, sí...

— ¿Por qué lloras?

— La cebolla. 

Brian estaba cortando zanahorias.

— Oh, claro. — Respondió su padre mirando las zanahorias, no quería incomodar a su hijo con preguntas pesadas.



...

También un poco corto el cap xd

Gracias por leer :))))

· Only 100 years - MaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora