idiota • sookai

seize

Soobin y Kai lograron escaparse del grupo de señoras pellizca mejillas, y ahora estaban sentados en el suelo de la terraza de la casa de Taehyun. Conversando mientras comían unos pastelitos que se habían robado de la mesa de bocadillos.

—En dos semanas, será el último juego del año —dijo Soobin, tomando la mano de Kai para entrelazar sus dedos juntos. El menor suspiró, recostando su cabeza en hombro del mayor—. ¿Irás a verme?

—No.

—¡¿No?!

Kai rió mientras Soobin se removía indignado, mirandolo con una mueca en sus labios.

—Claro que sí iré.

—Por un momento... sentí ganas de llorar —dijo Soobin, suspirando aliviado—. ¿Qué me darás si ganamos? ¿Un beso de cinco minutos?

—¿Se puede?

—No lo sé. ¿Lo intentamos?

Kai rió cuando Soobin comenzó a marcar el cronómetro en su teléfono, dejándolo a su costado antes de acercarse y comenzar un beso con él, posando sus manos en las mejillas del menor.

El plan de "besarse por cinco minutos sin separarse" quedó olvidado cuando sus labios se movieron juntos. Qué importaba el tiempo, ellos se estaban besando y eso era lo que sí importaba.

Soobin ladeó su cabeza, mordiendo ligeramente el labio inferior de Kai. Separándose por un segundo antes de volver a chocar sus labios con los de Kamal; sus manos resbalaron de la cara del menor y se posaron en la cintura de éste, mientras los brazos de Huening abrazaban su cuello, ayudandole a que profundizara un poco más aquel laaargo beso.

Kai sintió que su cuerpo se estremecía cuando la lengua de Soobin acaricio su labio, y entonces, el mayor estaba acariciando el interior de su boca con este músculo sin hueso. Se sentía bien, era extraño, pero a Kai le gustaba. Tanto, que su cabeza se ladeó un poco más para permitir que Soobin continuara con aquello.

Se separaron por unos segundos, jadeando y mirando sus mejillas acaloradas y sus labios enrojecidos, con sus ojos brillantes, y como si de un imán se tratara, se movieron para volver a unir sus labios.

El teléfono de Soobin comenzó a sonar con el timbre del cronómetro, pero ellos lo ignoraron, continuando con la atención puesta en sus labios, disfrutando de aquel beso tan distinto a los que ya habían compartido.

En un momento, Soobin apretó la cinturita de Kai con su brazo y lo haló para que se sentara en su regazo, buscando un nuevo ángulo para continuar con su beso.

Kai sintió un cosquilleo en su vientre y esto hizo que se separara de Soobin, aquello sólo significaba que estaban avanzando demasiado en su joven relación. Y no era momento, no todavía.

—D-debemos parar —murmuró, limpiando con su manga los labios de Soobin luego de haber limpiado los propios—. Ya casi es hora de c-cantar el felíz cumpleaños.

—Sí, sí. Tienes razón.

Soobin lo ayudó a que se pusiera de pie y luego lo hizo él, dandose golpecitos en el rostro. Kai adelantó sus pasos y cuando se giró para ver si su enamorado lo seguía, lo encontró entrando al baño.

Demonios, ellos se emocionaron en sólo segundos.

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