idiota • sookai

trente-deux

—Me siento inútil aquí.

Kai rió mientras se giraba hacia su enamorado, quien jugueteaba con las barras de chocolate, apilándolas una sobre otra.

—Te dije que podías destrozar las barras en el bowl y me dijiste que no porque seguro te las comerías —Soobin chasqueó sus dientes y ahora tomó unas cucharas para jugar con ellas—. Me ayudarás a bañar el biscochuelo, ¿está bien?

Soobin asintió con un puchero y Kai como que se sintió un poquito más enamorado del mayor.

Unos treinta minutos más tarde, Soobin comía una barra de chocolate que robó mientras veía la forma delicada y concentrada en la que Kai adornaba su pequeño biscocho de chocolate.

—Eres increíble, Hyuka —le dijo cuando comenzó a esparcir el chocolate destrozado sobre el bañado de manjar que tenía el biscocho.

—Deja de comer chocolate o te va a doler la barriga —regañó, pero Soobin lo ignoró—, y ven para que pongas las fresas.

—¡Voy!

Al final, Soobin sólo se ofreció para poner unas cuantas fresas sobre el biscocho, sonriendo orgulloso mientras le enseñaba el resultado a su novio.

Kai sonrió.

—Ahora sólo dejemos que repose por unos cinco minutos antes de cubrirla —dijo y tomó una fresa para llevarla a su boca y comerla, sorprendiendose cuando Soobin lo haló hacia sí, abrazándolo por la cintura.

—Entonces, vamos a besarnos por cinco minutos.

Kai rió, pero no se quejó cuando los labios de Soobin se posaron sobre los suyos, robandole un suspiro.

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