quarante-six

899 99 2
                                    

Soobin acarició el hombro desnudo de Kai con sus dedos, sintiendo como el menor comenzaba a despertar de a poco. Rió cuando el menor se acurrucó a su costado, cubriendose con la sábana por completo.

—No me veas, estoy hinchado —dijo con la voz dormilona. Soobin rió, girándose un poquito para atrapar a su enamorado entre sus brazos. Siempre, luego de despertarme, tengo el rostro hinchado y no quiero que me veas.

—Déjame verte, quiero besarte.

—No, ¡vete!

—Pero ésta es mi casa.

Kai siguió negándose al pedido del mayor, pero cuando Soobin comenzó a picarle los costados, causandole cosquillas, no pudo hacer nada más que quitarse la sábana de encima para defenderse, terminando con el cuerpo de Soobin casi sobre él, mientras sus ojos oscuros apreciaban la belleza natural de su rostro luego del sueño.

—Estás precioso —le murmuró Soobin, besandole la mejilla—, completamente maravilloso. Podría mirarte por siempre y no me aburriría jamás.

Huening rió.

—Idiota.

—¿Soy un idiota? —preguntó burlón, comenzando besar el rostro de Kai, causandole cosquillas.

—El más grande de todos.

—Woah, ganaste confianza en un ratito. Mírate, hace unas horas estabas tan tímido —molestó, mordiendole la mejilla y causandole una gran carcajada al menor.

—Tonto...

Creí que era un idiota.

—Eres un idiota muy tonto —dijo Kai, pellizcándole la nariz cuando levantó el rostro hacia él, pero eres mío.

Soobin sonrió.

—Lo soy —complació, acariciando su naríz con la de Kai, con un ligero choque en sus labios. ¿Y tú eres mío?

Huening enredó sus brazos alrededor del cuello de Choi y sonrió de esa forma tan bonita que lograba hipnotizarlo.

—Eso ni siquiera debes preguntarlo.

Y se besaron una y otra, y otra vez, uniendo sus cuerpos de nueva cuenta en aquella madrugada. Derramando amor y placer en aquella habitación.

Tan idiotas y enamorados.


₍ᐢ. .ᐢ₎

idiota • sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora