idiota • sookai

trente et un

—Nos vemos después, Hyuka. ¡Adiós chicos!

Kai rió mientras veía a Hoseok reír escandalosamente mientras era halado por Yoongi hacia la salida del gimnasio. Se veían muy bien juntos.

—Bueno, Kai, ya me tengo que ir también —dijo Beomgyu, haciendo un leve saludo hacia la puerta del gimnasio, donde Yeonjun estaba esperandolo.

—Oh, cierto. Felicitaciones, eh —le dijo, picandole el costado. Beomgyu rió, bajando su mirada cuando sus mejillas se tornaron de un bonito color rosa.

—Gracias —dijo, poniendose de pie—, te veo después. ¡Adiós Soobin! —dijo, cuando el nombrado apareció subiendo las gradas. Ambos suspiraron silenciosamente cuando sus ojos se cruzaron, y antes de que se dieran cuenta, ya estaban compartiendo un cálido abrazo.

Kai cerró sus ojos, apretando sus brazos alrededor del cuello del mayor y se separó despacio dejando sus manos apoyadas en las mejillas frías de Soobin mientras sus castaños ojos chocaban con los oscuros de su enamorado.

—Te quiero mucho, Binnie —le murmuró de forma suave, ganando un sonrojo del mayor junto a una bonita sonrisa en los labios contrarios.

—Yo también te quiero, Ning. Mucho.

Y allí estaba eso de lo que Hoseok le había hablado, esa sinceridad en los ojos de Soobin, aquello que le decía que los sentimientos que tenía hacia él eran verdaderos. Y entonces, todo lo que le había preocupado, dejó de ser importante mientras unía sus labios con los del mayor.

Porque aún si aquellas palabras eran reales, ahora eran parte del pasado.

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