─ Abstinencia

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ꦿ⏝ Capítulo 011

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ꦿ⏝ Capítulo 011.

En otro lugar, Sasuke se encontraba trabajando en el puerto. El cielo se encontraba despejado y el sol brillaba fuertemente.

—Buenas tardes, ¿Tuvieron un buen viaje? ¿Le llevo las maletas? —preguntó con educación, haciendo un ademán, a las personas que bajaban del gran barco que acababa de arrivar.

—¿Y si mejor me llevas a mí? —le comentó una señora de largo cabello castaño rojizo, con las mejillas rojas y expresión coqueta.

—Lo siento, señora, solo me ocupo del equipaje —el Uchiha sonrió algo incómodo y tomó el gran bolso en su hombro.

—¡Ay, por Kami! Si tuviese quince años menos, estaría loca por ese chico... —chilló emocionada la misma señora de antes.

—Ey... ¿Qué tal? Soy yo, tu marido —un señor habló lloriqueando ya que ella no parecía prestarle atención en ese momento.

Sasuke escuchó esa pequeña conversación a medida de que se iba alejando, con una expresión incómoda en su rostro. Le comenzaba a molestar el llamar la atención del público femenino de todo tipo sin querer.

(...)

Se tomó un pequeño descanso, y en el borde del puerto, decidió observar el horizonte.

Retiró la gorra del uniforme de su trabajo que tenía en su cabeza. Esa vista le trajo recuerdos de aquel día en el que compartió su sueño con Hinata en aquella playa, cuando disfrutaron de una vista similar a la que tenía en frente.

Eso provocó que una pequeña sonrisa se trazara en su rostro, a medida de que iba recordando más y más.

Apegó la gorra a su pecho con fuerza; un recuerdo amargo llegó ahora a su mente: la vez en la que su familia se rompió debido a las discusiones entre su madre y su padre, mientras él —escondido del conflicto— buscaba acallar los llantos de su pequeño hermano.

Volvió a colocarse su gorra, decidido a volver al trabajo para así ocupar su mente en algo más.

🌊
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La imagen de Naruto se congeló por un instante en la mente de Hinata.

—Ah, estás despierta —mencionó el ojiazul una vez se dio cuenta de que esos ojos perla volvieron a abrirse.

Estaban viéndose directamente a los ojos, bastante cerca, debido a que él seguía sosteniéndola.

Al observar la expresión de asombro de la Hyuga, Naruto la soltó desinteresadamente para evitar cuestionamientos.

Hinata quedó apoyada en el suelo de la cocina—. ¿Qué... qué fue eso? —elevó una de sus manos frente a su rostro y la miró con confusión.

El lamento de la sirena [ NaruHinaSasu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora