El lamento de la sirena [ NaruHinaSasu ]

─ La historia de Poseidón

ꦿ⏝ Capítulo 015.

—El mismísimo creador de la maldición  —la voz de Yahiko sonó fuerte y clara—. Para algunos sirenos es nuestro salvador. Otros se encongen de terror cuando oyen su nombre...

—Y... los demás sabemos que ese 'Poseidón' no es real. Nadie lo ha visto jamas... y no hay pruebas de su existencia —esta vez fue Naruto, quien mantenía sus brazos cruzados—. ¡¿Qué te pasa, Yahiko?! ¡Vine en busca de respuestas, no fábulas del mar! —espetó.

—¡Pero claro que existe! ¡Yo fui testigo de uno de sus llamados! —arremetió el de cabello naranja—. Si no crees en un poder superior que creó la maldición, ¿Cómo piensas encontrar un poder superior que pueda romperla?

—Ehh... ¿Yahiko? —la suave voz de Hinata intervino—. Quizá me equivoque, pero ¿Este 'Poseidón' es el mismo de la mitología griega? ¿El Dios del mar y todo eso...?

—¿Eh? —el mencionado miró a la chica—. Ah, no. Tal vez tomó el nombre de ahí. Es que los sirenos pueden elegir sus nombres... Aunque... bueno, quizá sí sea el mismo. La verdad, no estoy seguro —encogió aus hombros.

—Y por eso JUSTAMENTE yo no creo en nada de esto —exclamó el Uzumaki, ganándose una mueca por parte de su amigo.

Aunque rápidamente esa mueca se transformó en una sonrisa ganadora—. ¿Pero no sabías? Dicen que los rumores que Poseidón está en esta zona —apuntó a sus alrededores con sus dedos—. Eso sí podría ser una pista para tu dilema, ¿O no?

—Pfff... —farfulló el rubio cruzado de brazos, aún escéptico.

—Si no te molesta, yo quisiera saber un poco más —esta vez habló Hinata, acercándose al pelinaranja.

—Por supuesto, será un plalcer —él sonrió en grande—. Poseidón es un ser misterioso que actúa de formas misteriosas... deambula por las tierras y las aguas —nadó por todo el lugar, relatando con gran empeño—. La historia comeinza (y termina) bajo la luz de la luna llena... Nadie sabe exactamente cuáles eran las verdaderas intenciones de Poseidón cuando creó la maldición. Pero muchos creen que solo tenía el corazón roto, como todos nosotros —Hinata escuchaba con total atención, sentada en una superficie bajo el agua—. Hace muchos siglos, Poseidón era un hechicero todopoderoso que usaba su inmenso poder para el bien. Era fuerte y compasivo. Solo cosechaba admiración. Lo tenía todo —Yahiko modulaba su tono de voz a la perfección—. ...Hasta que la muerte se llevó al amor de su vida —dramatizó la escena, con expresión seria y trágica—. ¿Una enfermedad? ¿Un accidente? ¿Suicidio? Nadie lo sabe —custionó observando su propia mano frente si—. Fuera lo que fuese, ni siquiera el gran Poseidón podía torcer ese destino fatal —sus ojos cafés tornaron un nuevo brillo, efímero, melancólico, perdido—. Se dice que su mundo se hizo añicos, y por eso solo podía ver aquello que también estaba destrozado... Poseidón se sintió hermanado con los que cargaban ese mismo dolor en sus corazones. Los que tenían el corazón roto fueron a él en busca de ayuda... y por eso creó una bendición que es una maldición a la vez. Una noche de luna llena, reunió a todos ante la marea y lanzó su hechizo. Este hechizo les daba una segunda oportunidad en la vida... pero el precio era abandonar para siempre sus vidas pasadas —explicó, dirigiéndose a su pequeño público.