─ Sinceridad

50 7 2
                                    

ꦿ⏝ Capítulo 020

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ꦿ⏝ Capítulo 020.

—¡Gracias por escuchar todo sobre mi separación, Hina! —la efusiva Hanabi exclamó, irradiando alegría—. ¡Me siento muuuucho mejor!

—En verdad me alegra —sonrió la Hyuga.

—¡La vida sigue y hay muchos peces en el mar! —dramatizó la menor mientras salía por la puerta.

Por el rostro de Hinata se deslizó una pequeña gota de sudor—. Creo que ya he lidiado con demasiado, Hanabi. Pero sí, así se habla.

Mientras tanto, Naruto —quien estaba sentado en la silla del pequeño comedor junto a la cocina— las escuchaba desde lejos, comiéndo una bolsa de papitas.

Las chicas se despidieron.

—Por favor, baja los pies de la mesa —indicó la Hyuga al irrespetuoso Uzumaki, cuando volvió el interior de su hogar.

—Es obvio que no tenía el corazón roto —habló Naruto mientras masticaba, haciendo caso omiso.

—Hanabi sale con muchos chicos, así que siempre está rompiendo con alguien —explicó la ojiperla con suavidad—. Pero eso no importa. Siempre la escucho.

—¿Por qué no tratas de parecerte más a ella? —soltó el rubio, metiendo otro puñado de frituras en su boca.

—¿Qué? ¿Te refieres a eso de salir con chicos? —ella lo observó con incredulidad.

—Sí, ¿Por qué no?

Hinata lo meditó por un segundo, negó con la cabeza y concentró su mirada el un trapo que sostenía en sus manos—. Yo no soy tan atractiva como Hanabi. A nadie le interesaría salir conmigo —afirmó.

—Uf... si piensas así, quizá tengas razón. Digo, quién querría salir con alguien tan poco interesante como tú, ¿o no? —pronució Naruto, con un tono que denotaba cierta burla al notar el poco amor con el que Hinata hablaba de ella misma. Al escucharlo, la azabache alzó la mirada, encontrándose con la de él, quien se centró en ella—. Pero respóndeme esto, Hime... ¿Cómo vas a gustarle a alguien si ni siquiera te gustas a ti misma? —esta vez el rubio habló con obviedad.

Aquellas palabras resonaron fuertemente en el interior de la Hyuga. Y es que ella lo sabía muy en el fondo.

Avanzó para sentarse en una de las sillas del comedor, cerca del Uzumaki—. Supongo que tienes razón.

—Claro que sí —Naruto soltó sus papitas para hablar—. Mírame a mí: yo me amo a mí mismo y todos me ADORAN —alzó sus manos y mostró una actitud altiva, junto a una sonrisa con todos los dientes; para volver a tomar las últimas papitas de la bolsa.

—Naruto...

—¿Qué?

—No te lo dije antes, pero valoro mucho que hayad aceptado comprometerte. No sé cómo habrá sido tu vida, pero sí sé que es muy difícil confiar en alguien que acabas de conocer. Así que... gracias —esta vez, lo expresó con palabras. Y de nuevo le regaló una delicada sonrisa que hizo que su rostro se ilumine cual sol.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El lamento de la sirena [ NaruHinaSasu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora