Jabu se aclaró la garganta; Luan y la princesa se separaron un tanto avergonzados tras aquel primer beso. Por un instante olvidaron donde se encontraban, sumidos en un momento de ensueño.
―Lo siento ―se disculpó el chico con una sonrisa, pues no pretendía interrumpir―, solo quería avisarles que vamos a comenzar el descenso.
―Gracias, Jabu. Estaremos atentos.
―¿Desean que les haga una foto antes de bajar? ―propuso.
―Por favor. ―Caroline, ruborizada de pies a cabeza, le tendió su cámara fotográfica―. Gracias.
Jabu tomó la instantánea que reflejaba una franca sonrisa de Luan mientras tomaba por el talle a Caroline, quien, todavía enrojecida, descansaba su cabeza sobre el pecho de él.
El descenso lo hicieron sin problemas, aunque a Caroline le daba cierto cosquilleo en el estómago. Intentaba no mirar hacia abajo y tampoco a Luan, pues no sabía qué decirle. A pesar de ello, permitió que el sudafricano la protegiese con su abrazo todo el tiempo. Estando así se sentía segura y feliz.
En el valle los estaba esperando otra camioneta 4x4 con el logo del hotel. La pareja se despidió de Jabu con agradecimiento, y subieron al auto. Se sentían un tanto extraños, aturdidos, alegres, y sin saber qué les depararía la vida.
―¿Y ahora qué hacemos? ―preguntó Caroline.
―Tenemos dos opciones ―respondió Luan―, o regresemos al hotel o te quedas el resto del día de safari conmigo. Tú decides.
Caroline no pensó mucho la respuesta:
―Me quedo contigo.
―¡Estupendo! ―Pocas veces Luan se había sentido tan eufórico―. Esperaba que dijeras eso, y he mandado a traer provisiones para nosotros dos ―explicó mientras señalaba la parte trasera de la camioneta.
―Has pensado en todo.
―Tal vez ―respondió enmarcando el rostro de la princesa con sus manos―, aunque hay cosas que me han tomado por completo desprevenido. ―Se refería al beso, ambos lo sabían, pero Caroline no estaba preparada aún para hablar de ello.
―¿Me prestas tu teléfono para llamar a Justin?
―Por supuesto. ―Luan se lo tendió de inmediato―. ¿No trajiste el tuyo?
―No, necesitaba desconectarme de todo.
―¿Incluso de tu equipo de seguridad? ¿No tendrás problemas con ellos? ―repuso frunciendo el ceño.―Los chicos son de confianza, no sucederá nada. Solo le diré a Justin que demoraré más de lo previsto y que se encargue de tranquilizar a Charlie y a los demás.
―Oh, Charlie ―Luan sonrió―, he visto que sucede algo entre ellos.
―Yo también lo he percibido, espero que salga bien. Ambos lo merecen.
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Timbavati Love ✔️
RomanceCaroline Alexandra Marie, Princesa de Liechtenstein, lleva una tranquila vida en Ginebra, donde se dedica a la fotografía conceptual. Luan Edwards es un atractivo biólogo sudafricano que realiza su doctorado en inseminación de leones y que vive en...