Tocar el Cielo · Sweet Pain

- cuatro

— ¡Sweetpain!

Julieta aplaude algo alejada entre el público, sonriente. El andaluz abraza a su rival y recoge la botella de agua, hace un gesto hacia afuera, a lo que el catalán con el que comparte escenario asiente. La chica observa hacia todos los lados, viendo a todos recoger varios papeles y saliendo del estudio.

— Julieta — la chica gira la cabeza hacia Eude, el cual aparece repentinamente entre las cámaras—, ¿podrías hacerme un favorazo ? — la castaña alza las cejas sorprendida, asiente con una mueca de desconfianza en el rostro— ¿Tocarías algo? — el aire sale de los pulmones de la catalana, la cual pasa la lengua por su labio inferior, su expresión de sorpresa no pasa desapercibida— Algo rápido, dos, tres minutos como mucho, es para que los chicos descansen entre batallas.

— Tendría que preguntarle a mi agente — el hombre asiente y pone sus manos juntas—, no creo que haya problema en tocar algo de la academia, mientras no sea un single — Julieta se levanta para buscar un sitio en el que no haya nadie, pulsa el nombre correspondiente y sigue caminando.

Se cuela entre unas cortinas hasta llegar a un pasillo, camina con prisa escuchando los pitidos del teléfono. Cruza una puerta y el sol del verano roza el rostro de la castaña, un poco más alejado de donde sale ella, se encuentran Bruno, Ginés y Javier fumando, a la chica le sorprende no ver por ahí al sevillano.

— Julieta, dime — ella traga saliva, posa sus ojos en el grupo pequeño, que no aparta su mirada de ella, la chica sonríe.

— Te explico rápido porque corre prisa, estoy en la FMS, una liga de free que empieza hoy, me acaban de pedir si puedo cantar algo en el medio entre las batallas, ¿mientras no sea un single o algo que haya tocado en la academia podría? — Bruno se lleva la mano a la boca mientras que con la otra hace aspavientos al haber entendido parte de lo que ella decía en tono bajo.

— Sí, mientras no sea algo original o un cover que hayas hecho en la academia no hay problema.

— Gracias, Álvaro.

La chica cuelga y se pone a buscar en internet con rapidez la base de una canción que ha marcado varios momentos de su vida, no es rap, ni siquiera algo parecido a lo que, de primeras, puede pensar que escuche alguno de los diez chicos que van a trabajar ahí. Pone a descargar la melodía y pasa la lengua por sus labios, inspira profundamente, su mirada se posa de nuevo en los chicos.

— ¿Todo bien, Juli? — la voz rasgada del alicantino la hace sonreír, ella asiente y se despide con la mano sin saber bien que decir — Que tia más estupenda, bro.

— Parece muy maja, sí — Javier da una calada al cigarro con la mirada puesta en la puerta—. ¿Qué estabas diciendo, Kapo? — el alicantino y el madrileño posan la mirada en el catalán, quién sonríe.

— ¿Nunca la habéis escuchado cantar? — ambos niegan de manera rotunda — Vamos.

Julieta camina entre bambalinas, en búsqueda del hombre que había solicitado a su ayuda. Una mujer la agarra de la mano, haciéndola parar. Le hace un gesto hacia la derecha, Julieta suspira algo nerviosa, con suerte no tendrá público.

Sema escucha a Eude hablar a su lado mientras observa el videoclip que saca Nacho esa misma noche, el andaluz mueve la cabeza al ritmo del beat con parte de su atención puesta en lo que dice el madrileño.

— Sí, va a cantarse algo — Nacho para el video y frunce el ceño, se gira hacia uno de los organizadores con el ceño fruncido.

— ¿Quién?

— Julieta — Sema observa el rostro de Nacho, el cual alza las cejas sorprendido—, nos salva, porque teníamos ahí cerca de diez minutos perdidos, con lo que han ido pasando de JD y recopilaciones algo hemos salvado.