- trece

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Las noches en el norte son tan imprevisibles como cambiantes, al igual que el tiempo, algo que para alguien del sur es tan extraño como sorprendente. La brisa fresca del verano se contrapone contra el calor que aún queda en el ambiente, el que desprenden las piedras del paseo marítimo.

— Entonces esta es la barceloneta — Julieta asiente, aprieta la mano que el chico sobre su cintura—, pero si es to' bonica — los ojos de la chica se achinan y gira la cabeza hacia él, la sonrisa que le nace es tan sincera como real—, casi tanto como tú — le da con el dedo en la frente haciendo que eche la cabeza hacia atrás, ella suelta una carcajada.

— Qué tendréis los andaluces que solo sabéis tirar piropos — Julieta recuesta la cabeza sobre el cuerpo de él, inspira profundamente sintiendo la paz que le produce el estar cerca de él.

— Eso es arte, niña — Julieta aprieta los labios con gracia, Sema baja la mirada hacia ella, resistiéndose a besarle la frente—. Que es que los del norte sois muy aburríos'.

Se alejan del gentío para adentrarse en la gran playa, Julieta se agacha para quitarse los zapatos, alejándose del cuerpo del chico, que la observa en la distancia. Los pies de la castaña tocan la arena fría, en comparación a otros momentos del día, el rostro de ella iluminado por las últimas luces del ocaso. Sonríe extendiendo la mano hacia el chico, el cual la observa maravillado. Agarra la mano de ella para dejarse llevar.

— Ya te diré yo a ti quien es aburrido — llegan a la orilla y deja los zapatos a un lado, suelta la mano del chico y la lleva al botón de sus pantalones—, ¿vamos?

— Que dice' illa, que hace to' el frío — Julieta suelta una carcajada dejando la prenda bien doblada sobre sus zapatos, esta se encoge de hombros manteniendo la sonrisa.

— A ver quién es el aburrío' — se gira, nota el frío en sus pies al hacer contacto con el agua.

Sema observa a lo lejos cómo la chica entra poco a poco en el agua, suspira viendo cómo el pelo de ella se mueve por la brisa, con algunos rizos definidos. El chico pasa la lengua humedeciendo sus labios y traga saliva, lleva las manos a su pantalón y lo baja tratando de pensar lo menos posible. Julieta se gira, sonríe al verlo agachado quitándose los zapatos.

— ¡A este paso nos dan las uvas aquí, Sema! — su risa grave resuena en la playa vacía.

— ¡Después de esto me debes una, niña! — Julieta asiente segura, muerde su labio inferior al verlo caminar hacia ella— Qué frío hace aquí.

— Para los del sur lo que sea menos de veinticinco grados es frío — ríe, extiende las manos hacia él, sus ojos achinados producen ternura en el chico—. Vente.

— Ere' una desgracia' — Julieta chasquea la lengua agarrando con fuerza la mano del castaño, se acerca a él con la cabeza alzada—. Si es que... — el chico agacha ligeramente la cabeza y hace rozar su nariz con la de ella, Julieta cierra los ojos sintiendo la mano derecha de él acariciando su mejilla.

El chico baja la mano izquierda hacia la espalda baja de la chica, esta sonríe abriendo de nuevo los ojos. Sema pasa parte de su pelo por detrás de la oreja de Julieta. Su tierna sonrisa aumenta los latidos de él.

— ¿Hace frío? — pregunta con gracia, él ríe alejándose de ella— ¡Sema! — la chica suelta una carcajada volviendo a acercarse a él, le rodea la espalda y apoya la mejilla en esa parte, el chico acaricia las manos de ella sobre su estómago.

— ¿Te vienes conmigo a la siguiente jornada de FMS? — la pregunta la toma por sorpresa, pero no demasiado, la chica sonrie y mueve su cabeza afirmativamente— Te ha comío' la lengua el gato o qué.

Tocar el Cielo · Sweet PainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora