- seis

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— ¡Jujiti!

Julieta bloquea con rapidez el móvil al escuchar esa voz que tanto conoce, le da la vuelta para dejarlo sobre una pequeña silla y sonríe. Maialen entra con rapidez hacia ella, la castaña amplía su sonrisa al verla llegar tan alegre. La pamplonesa abraza a la catalana con cariño.

— ¿Has visto que nos han cambiado el repertorio para este último conci? — Maialen asiente con una sonrisa, la chica observa cómo el teléfono vibra sobre la silla, se agacha para cogerlo — Menos mal, por mucho que me gustara cantar Tusa, prefiero la nueva.

— ¿Cuál te han puesto? — la castaña se encoge de hombros.

— Es una sorpresa.

La catalana desbloquea el móvil con rapidez, sonríe al ver en la pantalla la notificación del mensaje entrante del andaluz. Después de la jornada fue ella la que tuvo que dar el paso para iniciar la conversación, desde entonces la entrada y salida de palabras ha sido constante. Cómo si la conexión que sentían solo con mirarse se hubiera traducido a no dejar de hablarse.

— Pero 'illa — Julieta siente un escalofrío al escuchar esa voz, sonríe para que nadie se de cuenta de lo incómoda que está—, Julietita — acaba de escribir el mensaje con un cosquilleo en el cuerpo y bloquea el teléfono—, ¿un abrazo?

— Claro, Huguito — la chica se acerca a él con una falsa alegría, el corazón le late con fuerza al notar como el teléfono vibra en su bolsillo—. Cuánto tiempo — el chico besa la frente de la morena, lo que recibe como respuesta es una mueca incómoda.

— Sí — la mano de Julieta vuelve inconscientemente a su móvil—, me ha dicho Manu que te han cambiado el single — el rubio asiente contento mientras ella sostiene el dispositivo entre sus manos, enciende la pantalla y sonríe al ver el mensaje de Sema.

— Ahora en ved de cantar Demonios, toco Intenta Olvidarme — la castaña asiente despistada, bloqueando el teléfono de nuevo.

Un "Voy" provoca en ella un cosquilleo por su estómago, la castaña vuelve a guardar el teléfono y mira hacia los lados, Maialen está con otra de sus compañeras y el cordobés no sale de delante de ella. El teléfono vibra otra vez, salvada por la campana.

Estoy.

La chica sonríe e inspira profundamente, levanta la mirada para buscar a algún guardia que la acompañe.

— Tengo que irme — la sonrisa de Julieta es algo que Hugo hacía demasiado tiempo que no veía—, nos vemos en el escenario.

La castaña echa a andar hacia uno de los que guardan la entrada, le toca el brazo y explica la situación. Sema se cruza de brazos en la entrada del recinto, a pesar de haber varias personas ya ahí, ha ido caminando por la cola hasta llegar a la entrada. Unas chicas jóvenes lo observan con el ceño fruncido, él mantiene su posición altiva, con aires de superioridad. Las puertas se abren y ellas se levantan con la entrada en la mano, una de ellas grita al reconocer el rostro de la cantante por detrás del gran hombre.

— Es él — le susurra al sujeto que lleva la camiseta del staff, la sonrisa de la chica no pasa desapercibida para las fans que se encuentran más cerca de ella.

El guarda echa a las chicas hacia atrás con cuidado y hace una señal hacia Sema, el cual las observa con una mueca. Una de ellas saca el teléfono para hacerles unas fotos antes de que se cierren las puertas.

— Que guapa estás niña — a pesar de hablar desde un tiempo relativamente corto, el chico siente la suficiente confianza con ella.

— Gracias — sonríe sintiendo cómo él le rodea la cintura, la piel de sus brazos se le eriza al notar cómo sus yemas se aferran a la camiseta fina que la cubre—, no me esperaba que vinieras.

Tocar el Cielo · Sweet PainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora