» Rumi paso de ser alguien a ser la nada misma desde que fue secuestrada por la peligrosa organización Bonten.
Estando dentro de Bonten como una simple mascota, se vera en la olbigacion de averiguar que tan mala es la vida de los ejecutivos. Sin im...
➤ Lamento no haber actualizado Poison, tuve un bloqueo con esta historia:( pero ya me recupere asi que disfruten!<3
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El lugar era un tanto... intimidante.
La poca luz natural no entraba al burdel, había muchas luces neones y al final del gran lugar había un escenario con varios tubos donde las bailarinas exóticas hacían sus trabajos nocturnos. Mientras seguía a Cady, observaba todo a mi alrededor. En un momento mi mirada se quedo estancada en una puerta con pequeñas letras encima de color verde que decía "Exit". Sin darme cuenta, me quede quieta viendo aquella salida. Aunque estuviese a unos cuantos pasos, yo sentía que me tomaría una eternidad salir corriendo por ahí.
Soy consiente de que escapar de esta organización era imposible.
Aunque eso no significaba que no se me presentaran oportunidades como estas.
— ¡OI! —el grito ensordecedor de Cady hizo que yo volteara inmediatamente a verla. Me había asustado por su grito.— ¡¿Que estas esperando?!
Yo apresure mi paso hacia donde estaba ella. Entramos a un pasillo bastante extenso lleno de puertas, había muchas chicas yendo y viniendo. Muchas de ellas estaban en batas y algunas se encontraban con ropa muy reveladora. Yo solo seguía a Cady, quien caminaba rápido con sus tacones los cuales hacían un ruido muy particular al caminar.
Cady dejo de caminar al ponerse enfrente de una puerta grande. Toco de una forma extraña, tres golpes, una pequeña pausa y luego dos golpes mas. Al instante la puerta se abrió, dejando ver a una chica de pelo corto y rubio, llevaba una bata celeste y parecía haber estado llorando, tenia parte de su rímel corrido.
— ¿Qué paso ahora? —pregunto Cady con un tono irritado. Ella paso por la puerta rápido y yo la seguí de cerca en silencio.
— Hubo un accidente hace unas horas. —dijo la rubia mientras secaba sus lagrimas para luego cerrar la puerta con llave.— Un tipo entro cuando yo estaba sola...
Sentí una presión en mi pecho al oír lo que decía. No por lo que contaba, sino porque su forma de hablar decía mucho. Su voz era entrecortada y se podía ver fácilmente como sus manos temblaban mientras ajustaba su bata mientras pequeñas lagrimas caían por sus mejillas.
— ¿Eso solo? —pregunto Cady con un tono desinteresado. Soltó una risa sarcástica antes de seguir hablando.— Si tan solo te contara la cantidad de cosas horribles que los hombres de aquí me hicieron no harías tanto escandalo.
Yo me quede viendo como Cady sacaba ropa de encima de una silla giratoria que se encontraba enfrente de un espejo grande con una mesa larga llena de maquillajes, peines y accesorios. No pude evitar sentir una rabia interna al oír como ella le contestaba a la pobre chica.
— Deberías acostumbrarte, la vida aquí es así y no puedes quedarte llorando en un rincón esperando que un ángel baje del cielo a salvarte. —hablo la pelinegra mientras acomodaba la ropa sobre un sofá rojo, luego de eso me hizo una pequeña seña para que me sentara en la silla desocupada.— Es decir, el cielo existe, pero el lugar al que pertenecemos es el infierno.
