xv. INITIALS

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⸻ Narrador Omnisciente.

El camino a casa fue silencioso, salvo por las sirenas de la policía que iban rápidamente con destino al burdel 'Red Cloud' al recibir una llamada avisando que acababan de encontrar un cuerpo en una de las nubes celestiales.

Sanzu se encontraba sospechosamente inquieto. Sentía una incomodad inmensa mientras manejaba, sentía que sus manos cosquilleaban cada vez que apretaba el volante.

El silencio era aterrador, mas viniendo de ella.

Sabia que no era el único con ese sentimiento extraño, Kakucho en los asientos traseros veía por la ventana intentando distraerse un poco, no quería entrometerse entre Sanzu y Rumi. Sentía que algo extraño cargaban aquellos dos, como si fuesen una pareja y acabasen de discutir por algo que no se resolvería hasta que llegaran a la casa. La tensión extraña se había formado a penas Sanzu y ella llegaron al auto donde Kakucho los esperaba. Ahora Rumi estaba en el asiento de copiloto mientras Haruchiyo conducía.

Al llegar a la mansión, los tres notaron que las luces estaban todas apagadas. Sanzu y Kakucho supusieron que el resto estaban durmiendo. Rumi ni siquiera lo noto, ella solo se bajo del auto cerrando la puerta detrás de ella para luego caminar a la entrada principal.

Kakucho iba a bajarse del auto, pero noto que Sanzu tenia la mirada perdida mientras seguía apretando el volante como si sus manos se hubiese congelado. Por eso mismo decidió quedarse para preguntar.

— ¿Qué paso ahí adentro? —pregunto el pelinegro mientras veía curioso al de ojos celestes. Era muy raro. Conociendo a Sanzu podría asegurar que el pelirrosa habría dejado escapar algún comentario quisquilloso en el camino de regreso, pero no fue asi esta vez, el estuvo callado todo el camino. Extrañamente callado.— ¿Sanzu? —volvió a llamarlo al no obtener respuesta.

Hubo un breve silencio que dejo con mas incógnitas a Kakucho. Su cabeza se lleno de mas preguntas cuando vio como el contrario se bajaba del auto, caminando hacia la mansión.

Kakucho decidió no hacer mas preguntas por el momento. Sabia que el plan de eliminar a aquel ejecutivo chino había finalizado de la mejor manera, y de cierta forma se preguntaba como era posible que Rumi lograra matar a una persona sin ponerse a llorar. Desde que ella llego Kakucho podía darse cuenta del aura rota que desprendía la pobre chica. Llegaba a sentir lastima por ella. Desde que ella intento suicidarse en mitad de la noche, y desde el accidente con Mikey Kakucho tuvo un ojo sobre Rumi. No quería que ella causara problemas, aunque sabia que eso era imposible ahora que Sanzu la había reclamado primero como su propiedad.

Kakucho estuvo a punto de reclamar a Rumi como suya, no quería que nadie le hiciera nada después de verla tan ida la noche que golpeo a Sanzu. Pero el pelirrosa le había ganado.

En la mansión reinaba el silencio, Kakucho decidió aprovechar aso para poder irse a su habitación y descansar. Cuando camino por el pasillo, noto como Sanzu estaba delante la puerta del baño, pero extrañamente no parecía tener intenciones de entrar, el miraba perdido hacia bajo donde desprendía la luz prendida del cuarto. Seguramente Rumi se encontraba dentro.

Kakucho decidió no entrometerse mas. Aunque las ganas de saber que era lo que se traían aquellos dos le carcomiera la cabeza.

Sanzu estaba inmerso en sus pensamientos, esperando que Rumi saliera del baño. Aunque en realidad no era eso lo que el estaba haciendo fuera del baño. El estaba intentando descifrar que se encontraba haciendo Rumi dentro del baño, no oía ningún solo sonido viniendo de ahí dentro y eso de cierta forma lo tenia... aterrado.

La pelinegra tenia ambas manos sobre el lavamanos, viendo fijamente su reflejo en el espejo. No entendiendo porque tenia tanto odio interno hacia cierta persona, de repente sentía unas incontrolables ganas de asesinarlo. Tenia un presentimiento horrible desde que ese recuerdo llego a su mente, un presentimiento que le causaba nauseas. Unas cuantas lagrimas se le escaparon a medida que recordaba aquel chico de pelo blanco en su memoria, sus cicatrices, sus ojos, su nombre. Recordar todos esos pequeños detalles le hacían sentir un dolor horrible en el pecho.

Poison ━ Bonten +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora