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↺ we are sisters, right? . . . (2/9)

— ¡Nara, posiciónate bien mocosa! —le gritó el abuelo Sano, observando a la pelinegra con desaprobación.

La pelinegra refunfuño por lo bajo, y sintió un pequeño empujón juguetón a su lado. 

Haruchiyo sonreía en su dirección.

— ¿Practicamos juntos? —preguntó esperando una respuesta positiva, cosa que Nara no pudo negarle. Asintió emocionada y el peliblanco sonrió abiertamente, sus ojos celestes parecían dos farolas de lo brillantes que se pusieron. — Bien, pon tu pie así y luego-...

— ¡Haruuu! 

Los brazos de Rumi rápidamente se abalanzaron hacia el peliblanco, abrazándolo con fuerza desde la cintura. Haruchiyo la miro con algo de sorpresa y a la vez incomodidad, él no era el tipo de persona que aceptar que lo tocaran o lo abrazaran. Nara sabia eso más que nadie. Él era una persona muy selectiva.

— ¡Practiquemos juntos, Senpai! —dijo con una brillantes sonrisa y un leve sonrojo en las mejillas. Pero su sonrisa le duro poco y nada cuando Haru la tomo delicadamente de los brazos para apartarla lentamente y sin lastimarla.

— Lo siento Rumi, pero hoy quiero practicar con Nara, ¿bien? Otro día practicamos juntos. —le explico con una inocente sonrisa. El peliblanco desbordaba bondad por donde se le viera, y era muy amigable cuando estaba rodeado de sus amigos preferidos. Era algo que a Nara le gustaba mucho, que fuera tan amable le provocaba un sentimiento que aún no lograba descifrar.

Rumi sintió una amargura horrible al ver como Nara le sonreía a Haru. Viéndolos sonreírse mutuamente, como si fueran mejores amigos. Como si fueran algo más. Rumi no era tonta, sabía que Nara tenia a Haru en la palma de su mano, solo hacía falta ver como Haru intentaba patéticamente mantener la atención de Nara sobre él. Como un cachorrito en busca de afecto.

— ¿Rumi-chan? ¿Quieres que practique contigo? —preguntó Manjiro acercándose a ella lentamente, la veía muy sola últimamente. Sentía pena por como ella miraba siempre a su hermana Nara, y la veía divertirse.

Rumi ni siquiera lo miró, seguía con sus ojos sombríos viendo a Nara junto a Sanzu.

— Bueno. —respondió secamente, ignorando la sonrisa emocionada de Manjiro. Quien estaba muy ilusionado con pasar tiempo con la menor de los Kamata.

Rumi al poco tiempo que conoció a los amigos de Nara se involucró en el grupo, siendo parte de este pero un tanto en las sombras de Nara. Su hermana era quien destacaba más, su habilidad para socializar con los chicos era tremenda, su fuerza física y su gran talento para las artes marciales era increíble. Rumi estaba muy celosa, enferma de celos por ver que Nara destacaba en algo que ella no.

Y estaba muerta de celos de ver como Nara se llevaba al chico lindo lejos de ella.

No era como si Rumi estuviese enamorada de Sanzu, era más bien las ganas de tener todo lo que Nara tenía. La menor de los Kamata quería todo o nada, quería tenerlo todo y que Nara se quedará con nada.

Eres bonita Rumi. —la voz de Manjiro la sacó de sus pensamientos intrusivos en donde quería lanzarse sobre Nara y rasguñar su rostro, no quería que nadie se sintiera atraído o atraída por ella. Quería ser ella la única bonita, quería ser la única en vida.

— ¿Que? —la más baja frunció el entrecejo y lo miró fingiendo no haberlo escuchado.

Manjiro se sonrojo al instante y desvió la mirada algo tímido.

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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Poison ━ Bonten +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora