VAQUITAS|KOOKTAE|

Lagunas

Para Taehyung saber que sería el último parto que tendría en su vida dejaba una sensación tranquila en su pecho, porque si había tomado la decisión de no más terneritos. Ósea "Cerrar la fábrica", aunque en un principio quería esperar hasta tener una ternerita declinó ante esto prefiendo adoptar en algún momento, Jungkook por su lado estaba de acuerdo con sus desiciones.

- Y si estás en perfectas condiciones, quizá a más tardar mañana podrás empezar con él labor de parto.

Explicó seokjin, tomando su presión.

- Y, ¿si se complica?.

Dijo Jungkook quien estaba acomodando las mantas de su esposo.

- Tendré listo el quirófano en cualquier momento. Deja de ser pesimista los tres están en perfecto estado y lo mejor es que ninguno tiene problemas con el cordón o su posición. Tae no puedes comer nada a partir de ahora ni tomar agua, Jungkook aunque te amenace con el divorcio si no le das algo no le hagas caso.

- Jin por Dios lobo no seas exagerado.

- Que, tuve una embarazada en el piso de arriba y literalmente amenazo a su esposo por un poco de agua. El pobre perro estaba pálido mientras contaba como le amenazo.

El toro hizo oídos sordos mientras acariciaba el vientre cubierto.

- Mi vaquita es incapaz de hacer algo así.

- Si, kookie tiene razón.

- Me da diabetes verlos me retiro chao.

El alpaca salió de la habitación haciéndoles adiós con una mano. Jungkook aprovechó su ausencia para acostarse con taehyung. Aunque medio cuerpo quedase fuera de la cama. Se la pasó dándole mimos, besitos en la nariz, mejillas y cuello, con taehyung suspirando ante las atenciones.

Y durante la tarde del día siguiente nacieron tres pequeños teneritos. Jeon Kenro el más pequeño de los tres nació primero, seguido de su hermano Jeon Eros quien al parecer era el más grande de los tres bebes. Y aunque al inicio no tenían esperanzas de una niña su sorpresa fue grande al tener a una pequeña ternerita de blancas hebras y llanto a gritos.

- Oh, Jungkookie...

- Es preciosa al igual que sus hermanos.

El vaquita cargaba a dos de sus pequeños al igual que el toro cargaba a uno de pie. Era inevitable detener su llanto desde que todo había empezado.

La puerta fue tocada dejando ver a sus cinco retoños asustados.

- ¿Podemos pasar?.

Jungwoo entró dándoles paso a los menores, su brazo aún mantenía el yeso, que estaba más pintado que la pared del comedor.

- Hey, ¿son iguales a ti?.

Pregunto Ggukie con los ojos entrecerrados.

- ¿Que tienes con mi aspecto?, he.

- Papá eres vanidoso y estás orgulloso de un seamos tus copias pero ya queremos a alguien que no se parezca a ti.

Le dijo acercándose a la cama.

- Papi, ¿te duele algo?.

- Un poco cariño pero me siento excelente, adivina.

- ¿Si hay una niña?.

Le pregunto Suleim jugando con sus manitas. Taehyung asintió sonriendo.

- ¿Quien es?.