Capítulo 2

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Eunhyuk inhaló profundo, en su mente contó hasta diez, cincuenta y cien, tratando de reunir la paciencia que parecía tan escasa aquel día. 

Luego de una mañana un tanto tropezada, llegó una tarde más complicada aún. Actualmente se encontraba de pie en el despacho del mismísimo director del hospital, escuchando un llamado de atención que le parecía tan injusto y descabellado también. Para su suerte, su jefe de residentes Yunho lo estaba acompañando. Sólo esperaba que entre los dos, pudieran poner algo de sentido en la postura absurda que estaba teniendo el director.


 —No sólo fueron desconsiderados, sino también que desoyeron todas las solicitudes que hizo. ¿Ustedes son conscientes del destrato del que fue objeto el señor Lee? —la pregunta del director estaba cargada de desaprobación—. ¡Es una suerte que haya decidido retirar la denuncia! 

—No fue suerte—contrarió Eunhyuk con el tono de voz más sumiso que pudo fingir—. Fue lo lógico, ya que ni yo ni nadie ha robado la billetera del señor Lee Donghwa. 

—¡Es Lee Donghae! —corrigió el director, sacando un archivo que azotó con fuerza contra el escritorio. 


Yunho frunció el ceño sin comprender, pero aun así abrió el archivo y la primera hoja estaba compuesta por una foto pequeña en su extremo izquierdo. Reconoció en ella al paciente que había causado tanto alboroto en la sala. Al costado de la imagen, el nombre "Lee Donghae" rezaba, y debajo de éste había numerosas cifras con varios dígitos que se sucedían. Eunhyuk se sostuvo la cabeza con la mano, maldiciendo por dentro. Una corazonada acerca de aquel archivo le estaba llegando por fin.


—¡¿Cómo pudieron desconocer al benefactor más importante de este hospital?!


Y el grito del director hizo zumbar los oídos de Eunhyuk. 

¡Y bien! ¡Está bien! Quizá no reconoció al chico forrado en dinero en cuento lo vio, ¿pero quién lo haría? No es que la foto del benefactor estuviera publicada en las paredes del hospital, como un santo digno de veneración. Y además, por más dinero que hubiese donado al hospital, de santo no tenía ni un pelo.


—Disculpe, pero el señor Lee se identificó como "Donghwa", no como "Donghae". Además llegó al hospital sin su billetera, sin su identificación. No había documentación disponible para dar con su nombre real —"sacando el hecho de que aun con documentos y todo, no lo hubiera identificado como el benefactor del hospital. Rayos, ni que fuera una celebridad cuyo rostro pudiera ubicar con facilidad. El director está loco", pensó ocultando su molestia—. Discúlpeme por cometer el terrible error de no haberlo reconocido.

—No reconocerlo y atenderlo como un ciudadano más fue el peor error que pudieron cometer. Debió disponer para él de una habitación privada, facilitarle su comodidad. Hay múltiples quejas realizadas por él.

—Y una buena parte de ellas tienen que ver con el hecho de que el señor Lee piensa que esto es un hotel de cinco estrellas, y la otra parte son acusaciones injustas acerca de la desaparición de una billetera con la cual nunca llegó al hospital —contrarió Eunhyuk con un leve tono de voz mordaz.


Yunho le apretó el brazo en un gesto de que debía guardar silencio, pero Eunhyuk no podía hacerlo en este punto. Odiaba las injusticias.


—En cuanto a la hotelería, se le debería dar todas las comodidades posibles —resolvió el director sin dar lugar a dudas.  

El hijo de la empresariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora