Capítulo 16

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La puerta de la habitación se abrió. Eunhyuk ingresó con su semblante serio y estoico, entonces Donghae esbozó una suave sonrisa y su mirada se volvió cariñosa hacia él. Pero en cuanto distinguió a Yunho ingresar tras de Eunhyuk, aquella sonrisa se borró y su mirada se volvió hostil para quien consideraba un intruso.


—Bien, señor Lee. Vine a examinarlo —informó Eunhyuk con toda formalidad.


Su frialdad y distanciamiento en el trato fue como un baldazo de agua helada para Donghae. 

Cuando conversó con Eunhyuk a solas, éste lo había tuteado, y a pesar de que cuando lo hizo él estaba sumamente enojado, de alguna manera se sintió como un acercamiento, como un trato más personal que no tenía nada que ver con la relación médico-paciente. Ahora ese pequeño acercamiento se había borrado como una ilusión. 

Eunhyuk ni siquiera le había mirado a los ojos cuando le dirigió sus palabras a él. Y no debería extrañarle puesto que la conversación que habían tenido no había terminado de la mejor manera. Mientras Donghae le aseguró que no se alejaría de su lado por ninguna razón, Eunhyuk estableció que no quería tener más trato con él. Aun así, Donghae tenía que insistir.


—¿Ya no me tuteas, Hyukjae? —le preguntó a Eunhyuk con una expresión dolida.

—Señor Lee, le recuerdo una vez más que mi nombre es Eunhyuk.

—Eres Hyukjae para mí —insistió Donghae con una expresión esperanzada.


Eunhyuk suspiró, armándose de paciencia.


—Por favor, mantengamos el trato en lo estrictamente profesional, señor Lee.


Yunho le había respondido en vez de Eunhyuk, y la molestia de Donghae hacia él volvió con mayor fuerza.


—¿Puedes retirarte?  


Más que una pregunta fue una orden, pero Yunho no se movió de su lugar, desobedeciéndolo.


—Esta vez no —le respondió Yunho para su sorpresa—. Estoy aquí para acompañar a Eunhyuk en el examen físico que te hará. Como no puedes respetar su espacio personal y te niegas a ser atendido por otro médico, esto me obliga a cuidar de mi residente. De ahora en adelante, Eunhyuk no vendrá a verte a menos que esté acompañado por otra persona.


Donghae abrió la boca asombrado. Dirigió su mirada inquisitiva a Eunhyuk y éste se cruzó de brazos observando un punto fijo en la pared, ignorándolo. 


—Me están tratando como una especie de acosador —se quejó frunciendo el ceño.

—Señor Lee, no lo estoy tratando como una especie de acosador. Simplemente estoy procurando que no se quede a solas con mi residente porque usted no se contiene cuando se trata de él. Lo incomoda y nadie debería trabajar en un entorno donde se siente así. 

—Yo no lo incomodo ni lo hago sentir mal —murmuró ofuscado por aquella acusación.

—Señor Lee, por favor, solo estoy acompañando a Eunhyuk —le recordó Yunho—. No hay razón para que le disguste mi presencia.

El hijo de la empresariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora