Secreto

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El comienzo de un amor dulce y puro, si Camilo tenía 16 e Isabela tenía 21 pero sabían que se amaban. Querían ocultarlo de la mejor forma antes de que todos se dieran cuenta, sabían que sí la familia se enteraba jamás serían perdonados.

Aún así no podían evitar querer estar juntos, todas las mañanas se paraban antes que Julieta para bajar a la cocina darse los buenos días con un beso suave y esperar a que bajara la mayor para ayudarle. Después del desayuno salían a hacer sus labores ponían las que llevaban más trabajo primero y luego las sencillas para poder ayudarse así terminar temprano y poder estar juntos.

Estaban en el pueblo, mientras Isabela llenaba de flores un local por su aniversario, Camilo cuidaba de varios niños, a pesar de todo se mantenían en la mirá.

— Camilo buenos días, hoy amaneció más guapo — Aquella chica guiño un ojo

Isabela lo vio todo de reojo.

— Gracias señorita — Camilo hizo un tipo de reverencia, porque si, amaba poner celosa a Isabela

— ¿Está libre está noche? Me gustaría invitarlo a salir, quizá después de un recorrido por el pueblo podríamos ir mi casa a cenar y demás — La chica se acercó a Camilo de forma peligrosa

— Lo siento pero Camilo ya tiene un compromiso — Intervino la morena de forma rápida y cruzando los brazos

— ¿Lo tengo? — El menor la miró con duda

— Dijimos que ayudariamos al tío Bruno con algunos escenarios — Dijo entre dientes

— Es cierto, lo siento señorita será en otro momento — Sonrió

La chica se fue e Isabela lo volteo a ver con un gesto de enojó, el solo sonrió. Nadie lo notó a excepción de Mirabel.

Al terminar regresaron a Casita, Isabela tomo un baño y regreso a su cuarto, solo tenía la toalla para cubrirse el cuerpo, se sentó en la orilla de la cama, comenzó a cepillar su cabello con algo de enojo ante lo sucedido en el pueblo.

Camilo entró y le echo seguro a la puerta.

— Florecita — Extendió los brazos

— Quiero que salgas — Lo vio con enojo

— Amor, algo me dice que estás enojada y te digo lo que cura eso ¡Un dulce beso! — Se intento acercar a ella

— Parece que no recuerdas con quién estás, no puedes ir coqueteando con todas — Se puso frente a el

— Recuerdo perfectamente a quien pertenezco — Robo un beso y bajo sus manos hasta su cintura para poder acercarla más

— Ca…cam…no bajes más

— ¿Por qué no? — Guío su mano hasta sus glúteos

— No me provoques — Lo jalo con un par de lianas hasta el cama

— Señorita perfección ¿Qué pretende? — Hablo en tono seductor

— Nada que este pasando por tu mente — Lo dejo amarrado y entro al gran armario que ahora tenía para cambiarse

Camilo suspiro con frustración.

— Eres experta en….

— Camilo, no llevamos ni un mes y tú quieres dar otro paso

— No sabes lo que es tener que controlarme para no besarte en cada lugar de esta casa y el pueblo

— Camilo ….

Tocaron la puerta.

— Isa, soy Mirabel ¿Puedo hablar contigo?

— Un segundo estoy terminando de vestirme — grito —  Entra al armario ¡rápido!

El secreto de la reina de las flores y el cambia formas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora