¡Dime qué me quieres!

127 13 11
                                    

— Isa — Llamó el camaleón, pues ya era algo tarde para que ella siguiera dormida

— ¿Si? — dijo ella adormilada

— Son las 10 de la mañana — acaricio su mejilla

— ¿Qué? ¿Por qué no me despertaste antes? — se paró corriendo para vestirse y hacer sus actividades

Hace días tenía mucho sueño, pero sabía o pensaba que era por el trabajo. También presentaba algunos cambios de humor.

El día fue muy pesado, en cuanto llegó a casa fue directo a su habitación para dormir. Camilo sin decir nada durmió a su lado, se estaba preocupado por ella pues hacía días que la veía con malestares.

Por la madrugada, cerca de las 3:30, la florecita despertó, tenía sed y ganas de algo dulce así que bajo a la cocina, tomó el vaso y un mango. Cuando regresaba a su habitación vió que algo brillaba en el comedor, eso llamó su atención y se acercó a ver de qué se trataba.

— No — dejo el vaso sobre la mesa y también la fruta — No, no, no — las lágrimas bajaron por sus mejillas — No puede estar pasando…no estamos listos no — empezó a hacer cuentas, todo cuadraba, ya tenía la sospecha pero no lo había querido aceptar

El árbol le mostró el nuevo orden, ella ya no estaba del lado de sus hermanas, ni debajo de sus padres, sino ahora estaba a lado de Camilo unidos por un corazón, debajo de ellos había un nuevo círculo, al igual que el de Dolores y Mariano, esperando por un nombre y rostro.

Se quedó un momento en blanco, estaba embarazada, esperando un hijo o hija del hombre que más amaba y no se sentía lista, además ¿Qué pasaría con su familia? Corrió a su habitación para despertar a Camilo.

— Cam despierta, rápido esto es urgente — dijo alterada

— ¿Qué sucede? — se sentó sobre la cama y se tallo los ojos

— Ven — la morena lo tomó de la mano e hizo que bajara a su lado hasta quedar frente al árbol familiar

— No es cierto — Camilo se volvió a tallar los ojos intentando saber si solo era un sueño, se acercó y puso la mano sobre el árbol, iba a ser padre

— ¿Qué vamos a hacer? Mañana que todos despierten nos alejarán,me obligarán a perder a nuestro bebé — de eso estaba segura, había oído a algunas chicas hablar sobre un té que bebían, era hecho por las parteras, de esa forma los bebés no nacían

El camaleón lo pensó un poco, todo le cruzó por la mente, Isabela no tenía mucho de haber cumplido 23, él aún tenía 16 pero cerca de los 17, el lazo de sangre, sus padres, sus tíos, sus hermanos y primos. ¿Qué podía darles a su esposa e hijo? No tenía nada

— Vámonos — la volteo a ver

— ¿Qué? — lo miró confundida

— Si nos quedamos jamás podremos ser felices, se desharan de nuestro hijo, nos separaran, nos harán daño — dijo desesperado

— ¿Y a dónde iremos? No tenemos nada Cam ¿Que le vamos a ofrecer a este bebé? — por fin veía las consecuencias de sus acciones

— Me encargaré de crearles un patrimonio, por favor, vamos hoy mismo — Camilo pudo recordar cómo se enamoró de ella y las veces que hablo consigo mismo intentando entender sus sentimientos << No entiendo que tiene, ,es diferente a todas, llega a despertar cosas que no imaginé que podía sentir,cada día, el verla pasar con su hermoso cabello, su sonrisa, su silueta>>

— Pero que llevaremos, tenemos toda nuestra vida aquí — le sonaba a locura, pero sabía que no había nadie a quien amará más que a él, recordó la vez que le confesó sus sentimientos ¿Cómo habían llegado tan lejos?

El secreto de la reina de las flores y el cambia formas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora