Consecuencias de mis actos

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Era de madrugada, no había ni un solo ruido, Camilo miraba a Isabela con la puerta media abierta, habían pasado varios días desde que todas las madrugadas la veía sentada a lado de Bruno, sonreían y se abrazaban con tanto cariño, aunque le dolía ver esa escena, quería asegurarse de que su querido tío no llegara a más.

— Te hice un detalle — Bruno metió la mano a su bolsillo y saco una pequeña pulsera — ¿Recuerdas la primera visión que te di?

— Te hice un detalle — Bruno metió la mano a su bolsillo y saco una pequeña pulsera — ¿Recuerdas la primera visión que te di?

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La joven asintió, mirando con atención la pequeña pulsera.

— Te dije que tú don iba a madurar como las uvas y a esto me refería — señaló las diversas flores por el pueblo — Por eso te entrego esto, tu primera visión está aquí — Le colocó la pulsera

— Es realmente hermosa — Lo abrazó con fuerza — Gracias de verdad, yo amm, estuve pensando y también quiero que tengas esto — con su don hizo un brazalete — Mientras yo esté viva también se mantendrá vivo junto con mi cariño hacia ti — colocó el brazalete

— Es realmente hermosa — Lo abrazó con fuerza — Gracias de verdad, yo amm, estuve pensando y también quiero que tengas esto — con su don hizo un brazalete — Mientras yo esté viva también se mantendrá vivo junto con mi cariño hacia ti — colocó el b...

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— Muchas gracias Bela, estos detalles son muy importantes para mí — La miro con los ojos criztalizados

— Lo sé — Volvió a abrazarlo

La luz de la luna hizo que brillará aquella pulserita, Camilo se grabó esa escena en la mente, dolía como jamás imaginó, un pensamiento paso por su mente <<¿Y si el era el culpable de la decisión de Isabela?>> ¡No!, se negaba a creer que su tío cayera tan bajo como para querer estar con una de sus sobrinas. ¿Pero entonces porque justamente cuando ellos terminaron Bruno se había acercado a ella? Cuando bajaron por fin se fue a dormir.

Era un día de esos en los que no había mucho que hacer y la familia se reunía para platicar. Estaba parado no oía nadamás que la dulce voz de Isabela platicando con sus hermanas y tío, estaba perdido en sus pensamientos, no existía nada a su alrededor, solo ella, ese dulce prohibido que ya no tenía.

— Una ruana

— ¿Para quién?

— Para nosotras y el tío Bruno, los tres únicos solteros de aquí — Mirabel hizo una pose dramática

El secreto de la reina de las flores y el cambia formas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora