No me hubiera enamorado

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Jamás se había asustado tanto, cuando llegó y vio la sangre, sintió el miedo apoderarse de él, ella era todo lo que amaba en la vida, si le hubiera pasado algo de mayor importancia, no se lo perdonaría nunca, puesto que en ese momento el estaba con Diana.

Entró a su habitación con nerviosismo, la vio sentada llorando, estaba pálida, le dolía ver esa imagen.

- Tú mamá me dejó traerte esto, me pidió que no me fuera de aquí hasta que terminarás el último bocado, así que por favor come - puso la charola en el escritorio que estaba a lado de su cama y le entrego con plato con 2 hallacas

- Gracias - recibió el plato sin ganas y sin verlo a la cara - Pero te puedes retirar, se que tengo que terminar todo

- ¿Ni siquiera puedes tenerme cerca unos minutos? - alzó la voz

- No grites por favor

- Es que no te entiendo Isabela ¿Por qué me haces esto? Te amo no te daz cuenta, me duele verte así, si te hubiera perdido hoy, no se que sería de mi

- Ya no sigas ¡Por favor! - comenzó a comer lentamente

- ¿Por qué dejaste que me ilusionara? ¿Por qué me besaste? ¿Para que me dijiste te amo? Si no sentías nada ¿Por qué fuiste tan cruel conmigo? Fui un idiota porque yo si me enamoré, pero creo que ahora es más que claro que me enamoré de mentiras, de una mujer que inventaste, de otra manera no estarías haciendo esto ¿Qué ganaste? ¿De qué te sirvió verme ilusionado? ¿Por qué tomaste a un niño como yo?

- Nadie dijo que fueras un niño

- Se que lo piensas, deja de mentir, ¿Qué pasa? ¿Por qué me rechazas así?

No quería responder, ni escucharlo, ya no quería decir mentiras sin embargo tenía que hacerlo.

- Hubiera preferido perder la memoria para no recordar que me equivoqué contigo - por fin volteo a verlo

- ¿Qué me gané por intentar estar contigo? No sirvió de nada mi esfuerzo, solo jugaste, te ofrecí todo de mi y no te importa, ¿Tienes idea de cómo me encuentro?

- No me interesa - la mayor de sus mentiras

- Me siento como si amara a alguien que nunca me amo, es que ¡Jamás debí enamorarme! ¡No debí ni siquiera acercarme a ti! Me haz hecho perder el tiempo de una forma muy cruel, pensé que eras diferente, ni siquiera se porque te digo esto, de nada sirve - camino hacia la puerta - Termina de comer - salió de ahí

Isabela siguió llorando, estuvo al borde de la muerte y lastimaba saber que el estaba dispuesto a cuidarla a pesar de que lo a lastimado tanto. No pudo dormir en toda la noche, el dolor seguía presente, tanto físico como emocional.

Al otro día no salió a desayunar, Antonio le llevó el desayuno, ella comió solo la mitad, tenía grandes adornos en su cuarto los cuales comenzó a deshacer dejando todo solo con una ligera capa de flores. Para la comida decidió por fin salir, ayudo a poner la mesa, justo cuando entro Camilo.

- Llegaron - dijo Alma feliz

- Abuela, te presento oficialmente a mi novia - El joven de rizos sonrió para Diana

Isabela se dió la vuelta, trato de tomar aire pero su vista se nublo. Dolores se percató de esto.

- Isa - alcanzó a sostenerla para que no cayera desmayada

Justo Antonio iba entrando hablando con un pequeño colibrí.

- No termino su desayuno, por eso se siente mal - dijo mirando a su prima mayor

- No es nada - trato de sonreír

- Cariño mírate, estás pálida....

- No pasa nada mamá, deben ser algunos estragos de lo que pasó - tomo las manos de su madre para intentar tranquilizarla

El secreto de la reina de las flores y el cambia formas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora