LIGHT A FLAME. |JohnTen|

25.

ahora chittaphon lloraba en brazos de su padre, buscando refugio incluso con aquellos sollozos que hasta parecían dolorosos gritos. y claro que su padre decidiría llevarlos a tailandia con el pero lo único que quería era dejar de sentir toda esa presión en su espalda y el dolor en su pecho que no le permitía respirar tranquilo.

— ¿los llevará a tailandia a los dos? — preguntó john hacia tea.

ambos estaban sentados en el porche de la casa de los suh y tern estaba adentro jugando con anna. tea suspiró, esperando que su hermano aceptara aquello y que no hubiese problema, no quería que su salud empeorara.

— es le decisión que tomó al venir aquí. el nunca había salido de tailandia porque le dan demasiado miedo los aviones pero no tienes idea la forma en que se desesperó por venir a buscarlos cuando nos enteramos..el solo quiere que sus hijos estemos bien. — tea solo podía hablar maravillas de su padre a la par que sus grandes ojos se aguaban un poco, recibiendo muy suaves caricias en su espalda por parte de john quien después de todo estaba más que preocupado.

— y..¿en cuanto tiempo se irán? — murmuró el americano, no tan preparado para dejar de ver al único chico que le había gustado con tantas ganas.

— si no hay problemas en el camino, entonces en una semana o un poco más, ya dependerá. — ella no tenía ni idea de los sentimientos que compartía ese chico con su hermano así que dejaba salir las palabras como si las mismas no fueran a incomodar tanto al contrario.

— ¿crees que serán felices allá? — john volvió a preguntar.

tea se quedó callada unos segundos antes de lentamente asentir pues era lo que más esperaba, quería seguir hablando pero escuchó a tern llamándola y pronto la sintió abrazando sus hombros. john sonrió levemente y rodeó el pequeño cuerpo de la niña cuando ella saltó a abrazarlo también. la muchacha no pudo evitar sonreír también, no se esperaba que su hermanita fuera tan cercana al americano también.

— espero p' y papi vengan aquí pronto, así tigrito podrá darle muchos besitos y abracitos a ten ten para que vuelva a sonreír como antes. — tern hablaba con su hermana mientras abrazaba a johnny con fuerza, recargando su mejilla en su hombro.

— ¿cómo? ¿chittaphon y tú son novios? — sorprendida tea llevó una de sus manos a tapar su boca pues realmente no se lo esperaba.

— ¡si! ten ten y tigrito son como mami y papi, se quieren mucho mucho mucho, sonríen muy bonito cuando están juntos y ven caricaturas conmigo. — emocionada la pequeña hablaba, sin tener idea de lo que decía.

john solo rió, ya después explicaría el estado de su casi-relación, no quería dañarle la ilusión a la niña que seguía ahí abrazándolo balbuceando lo que pensaba a la par que jugueteaba con uno de los aritos que colgaba de la oreja del alto. tea dejó de sonreír luego del comentario de su hermana y antes de poder seguir hablando leyó mensajes que la mandó su padre pidiéndole que regresaran a la casa y trajeran a john ya que chittaphon estaba pidiendo por el.

ese día se destaparon un montón de verdades acerca de la vida que estaba llevando ten hace un montón de meses. el joven se ahogaba con pastillas para dormir ya que no lograba conciliar el sueño, en menos de tres meses había perdido casi diez kilogramos, su ansiedad diagnosticada lo único que había hecho era empeorar y después de aquel desmayo en la tienda definitivamente había perdido ese último signo de bienestar que le quedaba.

— en una semana nos iremos de aquí, allá conseguiremos toda la ayuda que necesitas, hijo. — el padre habló a su hijo acurrucado en brazos del joven americano, pronto el señor salió del cuarto para hacer una rápida llamada.

— no quiero irme, johnny..— susurró el menor.

— pero tienes que hacerlo, bebé. podrás llamarme cuando quieras y todos estaremos aquí esperándote..te prometo que estarás bien, tern también estará bien. — john intentaba darle seguridad a la par que dejaba pequeños besos en sus labios, sintiendo su corazón achicarse en su pecho por la forma en el tailandés se escondía en el.

— ¿lo prometes?

— lo prometo.