Capítulo 2

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Al día siguiente Rosalie y Emmett habían llegado a la escuela con mejor animo que ayer, ninguno de los dos había cruzado palabras reales con sus parejas respectivas.

- Llegaron - Aviso Edward mirando hacia el otro lado del estacionamiento

Rosalie y Emmett miraron hacia donde su hermano mayor miraba, ambos hermanos gallego bajaban del carro azul marino. Julia hablaba por llamada con alguien desconocido para ellos mientras que Antonio tarareaba la nueva canción de Rihanna.

- Yo qué sé, mujer - Le dijo Julia a la persona- Son cosas raras de los hombres... Si, yo le digo a Antonio, chao, cuídate, yo igual - Corto la llamada

- ¿Qué hizo Jackson ahora? - Le pregunto Antonio con diversión

- Dice que anda algo extraño, cosas locas de ella - Le dijo restándole importancia- Pero me dijo que Scott McCall se quiere titular

Antonio soltó una carcajada- Ese tonto aduras penas puede respirar por su asma, lo hice añicos cuando lo intento

- Lo sé y con Jackson como nuevo capitán lo volverán añicos otra vez - Le dijo Julia con diversión- Jackson era el segundo mejor en Lacrosse

- Yo era el mejor - Le dijo Antonio con orgullo- Y aquí también lo seré, le pateare el trasero a Mike Newton y sus tontos amigos

Los Cullen veían como ambos se iban junto hablando con normalidad sin saber que esos chicos lo estaban estudiando con suma discreción.



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- Hola, soy Rosalie Hale - Se presento ante la castaña que la ponía nerviosa

- Julia Gallego, un gusto de conocerte - Le estiro la mano

Rosalie dudo unos segundos, pero estrecho su mano contra la de ella, sintió la cálida mano de Julia agarrándola con firmeza, pudo observar mejor los dos tatuajes de esa área. En la mano derecha, justo en el cuello de sus dedos tenía el número 1435 en cada dedo mientras que en el dorso de su mano decía "Daddy cuídame".

Lo que más sobre salía de sus tatuajes era esa serpiente a un costado de su frente, justo encima de su ceja izquierda, lo que le da aún más esa apariencia rebelde que le encantaba de alguna manera.

Sintió la necesidad de preguntarle del porqué de sus tatuajes, pero opto por quedarse con las ganas de saber, iba a dejar de estrechar la mano con ella por miedo a que se diera cuenta de su baja temperatura, pero el agarre firme de Julia no la dejaba.

La mirada de Julia sobre ella la sentía como si pudiera escanear su alma, si es que tenía. Se sentía la presa en vez del cazador enfrente de ella, pensó que Julia la soltaría al sentir lo fría que era, pero de lo contrario sintió como apretó más el agarre.

Julia le sonrió de lado atrapándola por completo, no evito pensar en lo linda que era su sonrisa, se imaginó lo hermosa que debe ser su risa, tal vez ruidosa, pero sin duda sería como música para sus inmortales oídos.

Se sintió vacía sin la calidez que le brindaba la mano de Julia contra la suya, no pudo evitar analizar el conjunto que cargaba Julia ese día.

Vestía unos pantalones negros algo holgados con varias bolsas en este, unos Vans gris claro, blusa amarilla que era dos o tres tallas más grandes con un dibujo abstracto de una mujer que le salían flores de su cuerpo, encima de ellos había una chaqueta gris claro igual dos o tres tallas más grande, por último, tenía un gorro de tela negro de la marca de Vans que descansaba en esa cabellera lacia que le gustaría acariciar.

Tenía un estilo particular, según ella, y muy cómodo por su ropa holgada, para estar en este pueblo la salvaba perfectamente del frío que podía haber. La voz suave y firme de Julia la relajaban mientras la atrapaban con facilidad.

- Así que Alaska - La miro confundida hasta que entendió que quería entablar una conversación con ella

- Así es, ¿Beacon? - Le pregunto insegura ya que nadie del pueblo sabía mucho de los chicos

- Así es, Beacon Hills - Cuando Julia le sonrío sintió como su corazón muerto latió dejándola más perdida en ella

Le fue imposible no poder responderle la sonrisa, ambas estaban igual de atrapadas en la otra dejando en el olvido a los demás compañeros del salón. Julia sentía que se moría, pero de la mejor forma que pudo conocer en su corta vida.

Los ojos dorados de Rosalie la dejaban sin aliento, cuando vio la sonrisa de Rosalie supo que estaba jodida, la había flechado sin tacto alguno. La piel tan pálida y suave de la rubia le encantaba, sin importarle si era tan fría como un iceberg, quería apreciar cada segundo del tacto de Hale.

La voz suave de Rosalie le había matado y revivido mil veces, casi tenía un orgasmo auditivo al escucharla hablar y maldita sea, ese cabello tan dorado como el oro se veía tan suave que le picaban las manos por quererlo acariciar con suavidad.

El aroma del perfume de Rosalie se lo grabo tan bien que lo iba a poder recordar el resto del día o hasta el resto de su vida, lo que más mato sin dudarlo fue ese maldito lunar a un costado de su labio superior que le daba ese toque sexy que deleitaban sus ojos.

Julia se había flechado por Rosalie Hale en tan solo un cruce de miradas y palabras, a como ella lo estaba, Rosalie no se quedaba atrás, quien no podía dejar de apreciarla de reojo mientras intentaba prestarle atención a la clase.

- Hasta luego, señorita Hale - Se despidió Julia con una sonrisa que dejaba expuestos sus dientes blancos

Rosalie jamás había escuchado lo bien que se escuchaba su apellido hasta que salió de los labios Julia, Rosalie suspiro como su fuera una colegiala enamorada, porque eso era, ella estaba perdidamente enamorada de Julia Gallego.

Julia por su parte estaba caminando hacia su siguiente clase pensando en lo perfecta y hermosa que era Rosalie, así como descubrió que estaba jodida, descubrió que aquella chica la traería a sus pies con solo una mirada de esos ojos dorados que la miraban con suavidad y cariño.

- ¿Qué paso? - Le pregunto Antonio a su lado- Te veo distraída

- Me he enamorado, hermano - Lo abrazo por sus hombros- Estoy tan jodida, me enamoro con una maldita mirada - Recostó su cabeza en el hombro de Antonio

- Ya somos dos, hermanita - Le dijo Antonio pensando en aquel chico azabache y fornido que hacía temblar sus piernas mientras recostaba su cabeza sobre la de ella

Antonio suspiro pensando en Emmett Cullen mientras su hermana Julia suspiraba pensando en Rosalie Hale, ambos estaban igual de jodidos por un integrante de la familia Cullen.

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Dopamina | Rosalie H. & Victoria S. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora