A pesar de que Bakugou parece estar ignorándolo por completo, al llegar a la clase de historia, ellos se sientan en el mismo lugar, uno al lado del otro —la sala es pequeña en comparación a otras, por lo que las mesas están juntas—. Kirishima se siente increíblemente más seguro con eso, a pesar de que el otro no muestra intención alguna de querer interactuar.
Hay algo que vibra entre ellos y es imposible de ignorar, pero no quiere incomodar a su compañero. No quiere hacerlo sentir mal. Lo esperará y hablará con él de manera adecuada antes de avanzar. Así que, ahora, solo se muerde el labio y mira fijo a la pizarra.
Teniendo en cuenta todo lo que ha sucedido, no espera sentir la rodilla de Bakugou chocar con el costado de su pierna y que la mantenga ahí, quieta, sin hacer algún movimiento para alejarla.
¿Qué es este juego? No lo entiende.
Lo mira, pero el rubio no lo está mirando hacia él, solo pone atención a las palabras de la profesora.
Pasan alrededor de diez minutos antes de que Bakugou aleje su pierna y se acomode de una manera diferente. Ahora no se tocan en lo absoluto y su pecho se siente alterado y vacío.
Alrededor de media hora, la campana suena. Sin decir palabra, su tutor se levanta con sus cosas para irse del aula. Sin pensar bien en qué demonios hacer, Kirishima lo llama.
—¡Bakugou, espera!
Su alto volumen de voz llama la atención de varias personas alrededor. El recién nombrado detiene su caminar y le dirige una mirada asesina a todos los curiosos que los observaban, quienes rápidamente dirigen su atención a otra cosa. Entonces, Kirishima se le acerca y le dice:
—¿Está todo bien? —pregunta, nervioso.
—Hablemos después de clase, cabello de mierda.
Es todo lo que el chico dice antes de darse media vuelta, dejando al pelirrojo con un nudo en su garganta.
✏️ ✏️ ✏️
Bakugou estaba en una encrucijada.Si bien en un comienzo la rabia lo consumió y quiso ir a golpear la cara del pelirrojo y preguntarle qué mierda le pasaba, cuando lo pensó mejor, sintió esa corazonada extraña que le decía que él jamás haría algo como apostar por besar a una persona. Lo conoce desde hace meses y… Joder, no lo sabe, simplemente siente que nada de eso es real. Por lo mismo, se tomó un tiempo lejos para poder ordenar su cabeza, aunque estuvo apunto de ir a llamar a su puerta y decirle que se fuera al carajo, después de todo, si la apuesta fue real, entonces ya la había concretado, pues ellos se besaron...
Mierda. Eso se siente tan irreal.
Pero hoy, durante la clase de historia, sintió que las cosas se despejaron. Kirishima se volvió a sentar a su lado, como siempre, y lo miró con ojos ansiosos, preocupados y tristes. Lo buscaba con la mirada como si fuese un cachorrito asustado. Y luego, cuando hizo que sus piernas se tocaran, este no se alejó, solo se tensó y dejó que sucediera.
Kirishima quiere hablar con él y la hora pronto se acerca. Le dirá las cosas a la cara, le dirá lo que escuchó y aclararán las cosas.
Y todo lo que crearon podría irse al carajo… o quizás mejorar.
No lo sabe. Está ansioso, como pocas veces lo estuvo antes. Siempre ha controlado bien su vida, cada aspecto fríamente calculado: saldría de la escuela de mierda en la que sus padres lo pusieron para llegar a la preparatoria más prestigiosa del jodido país y sería el mejor en todo. Las cosas no fueron como las esperaba, sin embargo. El maldito Deku lo siguió, el bastardo mitad y mitad se convirtió en un jodido dolor de culo con sus habilidades, la cola de cabello siempre estaba obteniendo los mejores puntajes por tener la cara pegada en los libros… Todo se sintió mal desde el comienzo y luego, justo cuando comenzaba a sentir que las cosas no podían estar peor, llegó el cabello de mierda a su vida y dio vuelta completamente todo.
Pero… no fue un mal cambio.
No puede seguir negándolo. Las cosas se sintieron mejor. Aunque en un principio se sintió como una piedra en el camino, pronto estuvo —de manera inconsciente— deseando que las horas pasaran pronto para poder estar en esas tutorías y que Kirishima le sonriera y le hiciera comentarios estúpidos pero genuinos.
No quiere que las cosas se vayan al carajo.
Joder.
Solo desea seguir sintiéndolo cerca…
.
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Entre Clichés | KiriBaku, AU.
FanfictionKirishima es el mariscal de campo del equipo de fútbol de la UA y uno de los chicos más admirados de la escuela debido a su talento y carisma. Mientras tanto, Bakugou es de los estudiantes destacados en el área de ciencias -o sea, un completo nerd...