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Cuando la tormentosa semana de exámenes pasa, Kirishima le dice a Bakugou que salgan a una cita. En realidad, solo le dice que vayan por batidos, pero ambos saben que eso significa. Así que, luego del almuerzo, ambos salen de la UA.

Ya casi son las vacaciones. Las personas se ven relajadas en la calle, caminando entre amigos o sus parejas. Kirishima los ve, tomados de las manos... y piensa en hacerlo mismo. Quiere rozar la mano del otro para ver su reacción, sin embargo, justo cuando está apunto de lograrlo, Bakugou mete su mano al bolsillo y saca el móvil, mira la pantalla por unos segundos y vuelve a colocarlo donde estaba.

Kirishima suspira, rendido. Quizás vuelva a intentarlo más tarde.

Poco después encuentran un lugar donde hacen batidos. Ellos se acomodan en la fila.

—¿De qué quieres? —pregunta el rubio.

—Fresa. Es mi fruta preferida.

Bakugou sonríe un poco.

—La mía también.

—Aw, hombre, más cosas en común para nosotros.

—Últimamente te has preocupado mucho por nuestras cosas en común.

—Oh, ¿de verdad?

—Sí, no te hagas el desentendido.

Bueno, en realidad Kirishima sabe que es cierto.

Bakugou hace los pedidos, paga y esperan unos minutos antes de que sus batidos estén listos. Cuando salen, caminan un poco hasta que Bakugou dice:

—¿Por qué pareces tan preocupado por lo que tenemos en común?

—Uh, es estúpido...

—Escúpelo.

—Las personas están hablando sobre nosotros, ¿sabes? Y es como... uh, no lo sé. Ellos dicen que somos demasiado diferentes, incompatibles y-

—Joder, que se vayan a la mierda.

—Es solo que... me hace sentir un poco inseguro. Hubo momentos en los que creí que eras demasiado genial para mí.

—¿Sigues pensando así?

Kirishima bufa, pasando una mano tras su nuca. Bakugou gruñe y se para frente a él. Cada vez que hace eso, el pelirrojo recuerda que, ciertamente, su novio es un par de centímetros más alto que él. Es algo que notó de forma tardía, puesto que antes pensaba que medían lo mismo.

—Escúchame, cabello de mierda —le dice, serio—. No importa lo que te haga creer tu cabeza o lo que otros digan, eres jodidamente mejor que eso.

—Katsuki...

—Y que seamos diferentes no quiere decir que no seamos compatibles. Solo saben hablar basura. No nos conocen.

—Lo sé.

—Bien.

Bakugou sigue mirándolo con esa expresión intensa, sus ojos brillando y su ceño fruncido. Es una mezcla de enfado y preocupación.

—Realmente me gustas muchísimo, Katsuki —dice, sonriéndole—. Gracias por esto. Necesitaba una cachetada verbal.

El otro le busca la mano derecha y la toma entre la suya. Sus brazaletes brillan contra el sol. Ambos parecen olvidar el mundo a su alrededor en cuanto sus pieles se tocan.

—Creo que todo esto es por el partido. Siempre tengo malos pensamientos cuando me siento con presión...

Bakugou asiente en compresión y se aleja para comenzar a caminar juntos. No separan sus manos en ningún segundo.

Para cuando acaban sus batidos, piensan en ir al cine, sin embargo, en el camino se encuentran con tres de los compañeros de las clases avanzadas del rubio. Kirishima les sonríe y los saluda. La chica, Uraraka, sonríe abiertamente también; Iida, los saluda siendo serio y formal —piensa que, en cierta forma, se parece a un robot— y el último chico, Midoriya, parece un poco nervioso.

—Oh, Kacchan y Kirishima, qué bueno verlos.

—¿Qué demonios? ¿Por qué nos tenemos que ver aquí también?

—Ey —Kirishima le da un suave toque con su codo, como una forma poco sutil de regañarlo.

Bakugou responde con un bufido.

—Estábamos viendo una película —Uraraka dice.

—Efectivamente. Decidimos que sería una buena opción relajar nuestras mentes luego de la semana de exámenes —Iida comenta—. Espero que ambos puedan aprobar sin problemas.

—Oh, también lo espero. Bakugou me ayudó a estudiar y él es muy bueno en eso. ¿A ustedes les fue bien?

La charla siguió por unos minutos, en los que Bakugou se mantuvo particularmente callado, solo viendo a los demás conversar. Entonces, cuando se despiden y el trío de amigos se aleja, él le dice:

—Joder, me sorprende lo rápido que te familiarizas con otros.

—Ellos son agradables.

—Sí, como sea, ya sabía que te llevarías bien con ese grupo de nerds.

Kirishima se contiene para responder con un "eres un nerd también", solo sonríe y ambos terminan su recorrido hacía el cine.


✏️ ✏️ ✏️


Luego del horario de la cena, ellos ya están de vuelta en el campus. Kirishima va a buscar unas cosas que le prestó a Tetsu y, en el camino de vuelta, se encuentra con Midoriya. Ellos se saludan por segunda vez en el día y, entonces, están formando una charla, Pronto, el tema cambia y el más bajo dice:

—Creo que Kacchan y tú hacen realmente una buena pareja, Kirishima.

El pelirrojo lo mira, un poco confundido.

—¡N-no quiero sonar como entrometido! Es solo que... nosotros nos conocemos desde hace muchos años y él realmente se ve feliz. Desde que ustedes se volvieron cercanos, él se ha vuelto un poco más abierto a relacionarse, incluso ha mejorado su trabajo en equipo y eso nos ha ayudado a todos en las clases. Estoy seguro de que no solo se debe a ti, pero creo que lo has impulsado y ayudado bastante para dar esos pasos por sí mismo.

—Oh, cielos... Gracias, hombre. Me hace feliz escuchar eso. —Le sonríe, dándole una palmada amistosa en el hombro—. Él también me ha ayudado.

—Me alegro por ustedes, Kirishima.

Le sorprende escuchar eso, en parte por el contenido de esas palabras y por lo rápido que Midoriya dijo eso. Siente una extraña calidez en su pecho. Sabe que todo lo que escuchó es cierto. Él y Bakugou se han ayudado mutuamente casi desde el comienzo.

Ellos se despiden poco después y Kirishima no puede quitar la sonrisa boba de su rostro.

Entre Clichés | KiriBaku, AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora