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Es la noche antes del partido. Es tarde, de hecho, el rubio debería estar durmiendo, sin embargo, Kirishima está moviéndose de un lado a otro, jugando con sus manos y poniendo esas sonrisas que supone que deberían decir "estoy bien", pero en verdad dicen algo como "si no me abrazas en cinco segundos, estallaré". Así que a Bakugou se le ocurrió una idea para ayudarlo. Bajan al primer piso y caminan hasta la cocina.

—Vamos a cocinar —le dice, su voz tranquila y profunda.

—¿A esta hora?

—Sí. No te dormirás si no te relajas —responde—. Y luego te darás una ducha.

—No sé si cocinar sirva...

—Cállate y hazme caso.

Le enseña cómo cortar las verduras de forma eficiente y luego pone agua a hervir. Lo único que se escucha en todo el lugar son los sonidos del cuchillo contra la tabla de madera y fuego calentando el agua lentamente.

Bakugou pasa una mano por la espalda de su novio, haciéndole una larga y suave caricia por la columna vertebral; la tensión de los hombros lo abandona poco a poco.

—Mmmh, esto sí me relaja —Kirishima comenta.

El pelirrojo limpia lo que ensuciaron mientras el otro se dedica exclusivamente a terminar la sopa. No demora mucho en estar lista y, cuando eso sucede, Bakugou saca unos tazones y sirve, para que luego ambos se dirijan al sofá.

—Oye, por cierto, ¿tus padres están ocupados mañana? Podrías decirle que vayan al partido —dice el pelirrojo—. Si quieres, claro...

Por un segundo, Bakugou se detiene por completo y abre su boca.

—¿Pasó algo?

—No les he dicho que... estamos juntos.

—Está bien si quieres tomar tu tiempo, solo era una propuest-

—No es que no quiera. Ellos deben saber que pasa algo entre nosotros, son unos jodidos entrometidos y saben cómo leerme.

—Son tus padres, después de todo.

—Sí, como sea. Iré a casa temprano y les contaré antes de que vayamos.

—Eso será genial. Mi madre estará ahí también. Muere por conocerte.

Bakugou no admite que está nervioso ante eso. Conocer a la madre de su novio es un compromiso mayor en la relación. Ni siquiera le importa no caerle bien al resto, pero siente una especie de compromiso con el pelirrojo. ¿Cómo se supone que te presentas ante tu suegra? Joder, incluso la palabra "suegra" suena malditamente rara en su cabeza. Definitivamente no la dirá en voz alta.

—La sopa está deliciosa, Katsuki. Gracias por esto y... lamento tenerte despierto.

—No te disculpes por algo que yo decidí, idiota.

Kirishima sonríe y toma un sorbo del tazón, sin decir más.

—¿Estás más tranquilo?

—Sí —suspira—. Solo sé que daré lo mejor de mí, pase lo que pase.


✏️ ✏️ ✏️


Kirishima hizo lo que dijo Bakugou y tomó una ducha, aunque no lavó su cabello —lo cubrió con una gorra de baño—. Se siente evidentemente mejor después de haber despejado sus pensamientos. De alguna forma, el rubio siempre sabe como hacerlo sentir mejor... A veces lo hace con pequeñas acciones indirectas y otras más directas como esta. Se está acostumbrando a esas muestras de cariño, lo cual le encanta.

El rubio está dormido en su cama, arropado con la espalda contra la pared. Dijo que lo esperaría despierto, pero no lo culpa por no poder hacerlo. Bakugou tiene un horario de sueño bastante estricto, pues se duerme temprano para madrugar y realizar su rutina mañanera. Es, verdaderamente, una de las personas más comprometidas y responsables que ha conocido. En un comienzo, verlo de esa forma lo sorprendió. Después de todo, ¿quién pensaría que ese chico tan gruñón sería así? Sin duda alguna, tener que descubrir poco a poco esas cosas es parte de su encanto. No todos logran atravesar las paredes que Bakugou forma a su alrededor, a menos que este se sienta lo suficiente cómodo para enseñarles el camino.

Se acuesta al lado de su novio, se cubre con las sábanas y suspira.

Siente un revoltijo de emociones en su estómago. Mañana será un día intenso para él, para su equipo... Para todos, en realidad. La UA completa tiene los ojos puestos en ellos, incluso transmitirán el partido por un canal de televisión —aunque no tiene demasiada audiencia, no es como si los partidos de fútbol con jugadores adolescentes llamaran mucho la atención de las personas.

Ve el rostro de Bakugou, tan cerca del suyo, y le da un pequeño beso en la nariz. Por un momento, teme que se haya molestado, pero lo ve arrugar un poco el rostro y luego sigue durmiendo con normalidad.

Cierra sus ojos también, convenciéndose de que todo irá bien.

Entre Clichés | KiriBaku, AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora