La Mejor Amiga de Mamá (Jenlisa)

Capítulo 11

Jennie negó con la cabeza.

—Es todo o no es nada.

Yo rodé los ojos.

—Usted no lo quiere todo.

—Pero tampoco quiero nada. —admitió.

Yo suspiré pesadamente y salí de la ducha.

Quería lo mismo que ella había dicho, lo que había pasado en mi sueño. Lo necesitaba como no había necesitado a otra mujer. Me sentía frustrada, jamás había estado con Jennie pero también sabía que nadie me haría sentir como ella.

Aunque tampoco iba rogarle.

Me enredé una toalla al rededor del cuerpo y tomé mi ropa interior del suelo.

—Lisa no te vallas. —prácticamente me lo ordeno.

—¿Quiere que me quede a verla desnuda, pero sin poder ponerle un dedo encima? Jodase.

Salí del baño sin importarme lo que Jennie hiciera o dijera.

Lunes, estúpido y sensual lunes. Inicio de semana, día en el que todo estudiante va con una cruda de los mil demonios o una flojera infinita.

Me vestí con un croptop rojo con blanco, un shorts negro ajustado y unos converse casi alto negro con unos dibujos a los costados.

No había nadie en casa, los lunes mi papá salía a trabajar temprano al igual que mi mamá, mi hermana era una nerd que llegaba más que puntual y Jennie va a saber dónde estaba.

Tomé una manzana de la encimera y salí en busca del chófer.

Zorras, prostitutas, Barbie desalmadas, neutrales, nerds, frikis, rockeros, antisociales, matados y populares. Eso entre más etiquetas que no mencione existían en mi escuela.

Cuando bajé del auto Somi me esperaba, como siempre tan hermosa con su falda rosa chicle, blusa blanca y tacones de metro.

—Somi. —besé su mejilla.

Aunque apenas le llegaba al hombro.

—Hola Lis. —sonrió. —Una chica nueva me ha robado a mi Jihyo. —apuntó en una dirección.

Mire hacia donde estaba Jihyo y estaba conversando con una castaña que estaba de espaldas, aunque me daba una idea de quien era.

—Mina —sonreí. —Está aquí.

Somi me miró sin entender.

—¿Quién es Mina? —preguntó.

—Una chica que conocí ayer, hija de un socio de Texas.

Somi sonrió y de inmediato por su expresión supe lo que su cerebro de queen estaba maquilando.

—Ni lo pienses. —dije antes de que abriera su boca.

Pero fue inútil, me halo del brazo y me llevo hasta donde Jihyo y Mina.

—Jihyo amiga.

Somi no era muy discreta ni vergonzosa, aunque yo tampoco lo era y no era quien para criticar. Saludo a Jihyo con un beso en la mejilla.

—Hola Jihyo. —sonreí.

Jihyo es la otra amiga de Somi que prácticamente están en casi en todas las clases juntas, pero a mí no me cae muy bien que digamos.

—¡Lisa! —me abrazo efusivamente.

Escuche esa risa a mis espaldas.

—Soy Somi. —escuché la voz de mi amiga.