Capítulo 19

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Aeropuerto de Londres-Heathrow, 01:00am

La ciudad más visitada por los turistas a nivel mundo. Atracciones como el London Eye, el enorme reloj, mejor conocido como "Big Ben" la catedral de San Pablo, el Hard Rock Café, el palacio de Buckingham, el Hayde Park llaman la atención de miles de personas con ganas de divertirse año con año.

Situada al sur de Inglaterra, en el Reino Unido, Londres es uno de los destinos perfectos si lo que buscas es pasar un buen rato en una ciudad cosmopolita. La vista desde el pequeño departamento de Jennie es increíble.

Según ella, tenía este pequeño departamento donde venía a desesterarse un poco.

El lugar es pequeño, solo una sala-cocina del tamaño de mi habitación, un baño y una habitación. Nada lujoso, pero con un ventanal que abarca toda la pared desde donde se puede ver el río atravesando la ciudad, el gran reloj, el palacio de Buckingham, el London Eye, entre otras cosas.

Nuestras vacaciones oficialmente terminan aquí. Londres es nuestra última parada.

Recorrimos la hermosa Italia. La torre inclinada de pizza, los canales de Venecia entre otros lugares.

Fuimos también a Alemania, los hermosos castillos, la gente, las costumbres me dejaron maravillada.

Holanda, Irlanda y Suiza fueron más paradas que tuvimos. Aunque ahí no estuvimos mucho tiempo debo admitir que los pocos lugares que alcancé a ver eran preciosos.

Y ahora, tengo, más bien, tenemos siete días exactos para recorrer lo más que se pueda de Londres.

Aunque Jennie, conoce a la perfección el lugar. Ella vivió en la Gran Bretaña con su mejor amiga Natalia, tiene prácticamente sus 29 años viviendo aquí, a excepción de los últimos dos meses.

Siento sus suaves brazos abrazándome por detrás de la cintura, su cabeza se hunde en mi cuello y mira junto conmigo la ciudad.

—No sabes cuánto amo Londres. —dice con cierta melancolía en su voz.

—Londres es la ciudad más hermosa que conozco, no lo sé, su ambiente, su historia, su cultura me fascina. —sonrío. —Tu y yo nos vendremos a vivir aquí. Tendremos que conseguir una casa en el centro, algo grande y con un jardín enorme porque quiero muchos hijos, ¿Cuantos hijos quieres cariño?  — Siento la sonrisa de Jennie acrecentarse cada vez más.

—Veinte.

—¿Tan poquitos? —hago una mueca.

—Los que tú quieras mi vida. —besa mi pelo.

—No puedo creer que en una semana volvamos. —suspiro.

Siento a Jennie tensarse.

—Hay algo que no te he dicho.

—¿Qué?

—Tu papa ya sabe que repetiste año

—¿Le dijiste? —muerdo mi labio.

—Lo convencí de estas vacaciones, antes de enviarte a un internado en Suiza.

Mierda no. ¿Internado en Suiza? ¿Encerrada con estiradas perfectas entre comillas súper ricas que se creen las reinas del universo?

Qué asco.

Además, eso implicaría no ver a Jennie.

—Tranquila. —dice antes de que abra la boca. —Lo convencí de enviarte a una escuela privada en Miami, solo iras a casa los fines de semana.

Peor es Suiza.

Decidimos ir a dormir, la cama es grande y acogedora, me basta pegar mi cabeza a la almohada para quedar dormida.

Despierto por la mañana con un calor insoportable, mi pijama está pegada a mi piel debido al sudor, como no si tengo una cobija de lana encima y sin ningún ventilador.

Hay una nota en la mesita al lado mío.
"Cariño fui a hacer unas cosas, las llaves del auto están encima del tocador, puedes ir a pasear si quieres.

Con amor; Jennie♡ "

Me quito todas las sabanas de encima y hago mis necesidades, me doy un baño con agua fría, cepillo mis dientes y seco mi cabello. Decido solo delinear mis ojos por arriba y por abajo con negro, pinto mis labios rosa.

Me cepillo mi cabello que en pocas palabras parecía un nido de pajaros, me pongo la ropa interior y busco en la maleta que ponerme, al final me decido por una blusa color menta, un pantalón blanco y unas zapatillas beige
Me miro en el espejo, no me veo nada mal. Tomo mi bolsa, mis lentes, la cartera, las llaves del auto rentado y salgo del departamento.

No he desayunado y mi estómago emite varios sonidos de hambre, mientras conduzco decido aparcar en una pequeña cafetería. Me siento en un cubículo en la esquina y miro el lugar. El piso es de cuadros pequeños negro y blanco, los cubículos tienen sillones de hule rojo, las paredes son blancas, pero están llenas de fotografías de pin-ups, el lugar me recuerda a algo de los 80's.

Ordeno un pay de limón y un té. El café nunca ha sido lo mío.

Mientras espero mi orden algo me hace sentirme incomoda, dos cubículos más adelante sobre los sillones rojos veo a una mujer mirándome sin disimulo. No puedo ver si es vestido o blusa lo que trae, pero es algo de lino negro sin mangas. Su cabello negro cae por sus hombros, su piel es demasiado blanca para mi gusto. Esos ojos azules enormes me penetran, en ellos puedo descifrar tristeza, ansiedad, coraje, frustración. Sin conocerla, solo por su forma de mirar juraría que esa mujer es una demente. Sus labios son gruesos y aunque se nota que no está maquillada, se ven rojo natural. Por sus mejillas y nariz se expanden muchas pecas, como las estrellas en el cielo.
Bajo sus ojos, hay dos manchas moradas, se nota que no ha dormido en días. A penas nota que la miro, voltea a su taza.

Una chica llega. Trae una falda ancha hasta las rodillas azul, una camisa blanca ceñida y un mandil negro, mayas blancas de red y flats negros. Su cabello ondulado trae una pañoleta roja atada en un nudo de arriba.

Leo en la plaquita de metal en su blusa que se llama Kara.

—Que disfrute su pedido señorita. —me sonríe amablemente.

—Kara. —digo antes de que se valla.

—¿Si señorita?

—Mira disimuladamente, ¿conoces a la mujer de negro toda ojerosa? La blanca con cabello negro hasta los hombros.

Kara mira de reojo.

—Nunca la había visto por aquí. ¿Tiene algún problema con ella?

—No, muchas gracias Kara. —le sonrío.

La chica me devuelve la sonrisa y se va.

El hambre se me ha quitado, le doy sorbos rápidos a mi té y dejo una buena propina.

Salgo de ahí lo más rápido que puedo, en verdad esa mujer me incomoda.

A penas salgo, escucho la campana de la puerta, alguien ha salido obviamente. Pero adentro, estábamos solo cuatro personas, antes de salir me di cuenta que el hombre con pinta de ejecutivo y la mujer mayor, apenas empezaban a probar sus pedidos, así que, estoy casi segura que la ojos azules es la que ha salido.

Cuando abro la puerta del auto miro disimuladamente.

Es ella. Demasiado alta, 1.80, quizá más, esbelta con cuerpo recto y plana, descubro que lo que trae es un vestido volado y tacones puntiagudos y bajos, estilo antiguo.

Se está subiendo a un volkswagen gti 2013 color plata.

Decido ignorarla y pongo en marcha el auto, pienso que mi primer destino serán las tiendas, ando de humor para ir de compras.

Mientras conduzco escuchando I Kissed A Girl de Katy Perry algo llama mi atención.

Acomodo el retrovisor, a pocos metros de mi estoy segura que el volkswagen gti plata pertenece a la psicópata de ojos azules.

La Mejor Amiga de Mamá (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora