El oficial nos interrogaba a mí y a Jennie ¿Cómo es que no nos habíamos dado cuenta cuando algún loco o loca entro a nuestra habitación y luego se metió a la habitación de Jae Hee? Claro, debía ser alguien del hotel porque eran los únicos que tenían la llave de cada puerta.
—Ha sí que ¿Ustedes estaban en el baño al momento de lo ocurrido? —preguntó nuevamente.
Jennie asintió medio sonrojada, no era muy difícil saber que estábamos haciendo.
—Muy bien, mandaré a interrogar a cada trabajador del hotel, revisaré los vídeos y activaré la alerta para que Jae Hee sea buscado por cada rincón de este lugar.
Agradecimos al oficial y Jennie enredo su brazo en mi cintura, abandonamos la estación y Jennie condujo al hotel.
—Esto es mi culpa. —dijo. —Si yo no hubiese insistido Jae Hee seguiría con nosotras.
—No es tu culpa. —tallé mis ojos cubiertos de lágrimas. —Es culpa de ambas por irresponsables.
Sentía que el mundo se me caía a pedazos ¿Que iba a hacer yo sin mi hijo? A penas supe que él venía en camino, automáticamente se había convertido en lo más importante en mi vida. Si el jamás volvía, si jamás lo volvía a tener entre mis brazos, moriría de tristeza. Porqué Jae Hee era todo para mí. Todo.
Jennie estacionó el auto, al llegar a la habitación había un grupo de policías inspeccionando cada pequeña parte de la habitación.
—¿Quieres comer algo? —me preguntó Jennie.
—No tengo cabeza para nada. —suspiré.
—El punto es salir de aquí. —bufó.
Salí de la habitación y ella me siguió.
A esta hora la cocina del hotel estaba vacía, sin embargo, me senté en una de las mesas, Jennie se sentó frente a mí.
—¿Qué va pasar si el no vuelve? —pregunté.
—Lo vamos a encontrar, ten fé, dios es muy grande.
—Dios, dios, dios. —rodé los ojos. —Ese bendito dios sabía lo mucho que adoraba a mi niño y aun así me la quito.
—Dicen que dios les manda las pruebas más duras a las personas más fuertes. demuéstrale que tú eres fuerte y que igual de dejarte caer en la tristeza vas a luchar por encontrar a Jae Hee, vamos a luchar. Si es necesario agotar cada centavo que tenemos lo haremos, si es necesario dar mi vida para que tengas devuelta a nuestro hijo en nuestros brazos lo haré.
—Jennie no. —me estremecí al oírla decir eso. —No quiero perder a mi hijo, pero sería igual de devastador perderte a ti.
—Yo ya viví, el apenas va empezando, no pienso dejar que le pase nada.
—Hay que tener fe, dios es muy grande. —repetí sus palabras. —Él no nos va quitar a nuestro hijo cuando apenas nos lo dio.
—Deberías llamar a tu familia. —cambió de tema.
—Tienes razón.
Saqué mi celular y marqué al celular de mi mama.
—Hola ¿Lalisa? —respondió.
—Mamá paso algo horrible. —mi voz se quebró.
—¿Qué paso hija?
—Secuestraron a Jae Hee. —apenas mis palabras salían, el llanto no me dejaba. —Se lo llevaron, así como así, mientras dormía.
—No. —susurró.
Escuché su voz gritando a papá, en unos segundos tenía a toda la familia despierta.
—Secuestraron a Jae Hee. —lo oí hablar a lo lejos. —Lisa, vamos para allá.
—Mamá no es necesario.
—Entre todos vamos a encontrarlo, voy a contratar a los mejores investigadores, no va pasar mucho tiempo para que tengas a mi nieto en tus brazos otra vez. —cortó la llamada.
—¿Qué dijo? —preguntó Jennie.
—Vienen para acá.
Jennie se mantuvo en silencio y yo también, no había mucho tema de conversación en circunstancias como estas.
El teléfono de Jennie sonó, ella no tardó mucho en responder.
—¿Hola? —pausó. —Sí, vamos para allá.
—¿Qué pasa? —le pregunté.
—El detective dice que encontraron algo que puede ser de mucha ayuda.
Fuimos de regreso a la estación, el detective nos esperaba en su oficina.
—¿Qué pasa? —preguntó Jennie.
—Encontramos algo, es algo que puede ser de mucha ayuda.
—¿Qué es?
—Interrogamos a cada uno de los empleados, ninguno falta. Una chica, mucama, dijo que faltaba la nueva, una tal Ángela. Le preguntamos al encargado y dijo que no habían contratado a nadie últimamente y en los registros no había ninguna Ángela.
—Ósea que... —el detective no me dejo terminar.
—Ósea que la persona que se llevó al niño no era un empleado del hotel, ni un secuestrador cualquiera, una secuestradora pues sabemos que es mujer.
—¿Qué quiere decir?
—La persona que se la llevo era alguien que quería hacerles daño directamente a ustedes, o bien alguien que los estuvo observando desde hace tiempo.
—Acabamos de llegar hoy. —murmuré. —Si alguien nos observó debió ser en la playa, pero es imposible saber quién, el lugar estaba repleto de gente.
—Díganme ¿Ustedes tienen a algún enemigo o a alguien que quiera hacerles daño?
Ambas nos quedamos pensando.
—Mi ex esposa sufre de varías enfermedades mentales, hace unos años cuando Lalisa apenas era mi novia la secuestro e incluso estuvo a punto de matarla quemándola, pero llegué yo y la saqué de las llamas. Ella sigue prófuga.
—Me serviría mucho que me la describieran físicamente y me dieran sus datos.
—Belinda Marion Reyes, alta, delgada, tez pálida, cabello negro y ojos azules. Tiene una marca de nacimiento café en el cuello muy visible y una pequeña cicatriz sobre la ceja derecha.
El detective anotó la información, mientras tanto alguien llamo a la puerta.
—Detective, tenemos el video y se ve claramente cuando una mujer entra a la habitación. —le entregó un casete.
—¿Quieren verlo? —preguntó.
Jennie y yo asentimos sin dudar.
El detective pasó el casette en el DvD, encendió la pantalla gigante que tenía colgada a la pared y lo reprodujo.
No podía mirar su rostro, pero sabía quién era.
Una mujer alta vestida con el traje rosa de mucama, su cabello negro ahora estaba largo, pero eso no la hacía imposible de reconocer.
Ya no era por mi secuestro, ahora era personal. Iba a encontrar a Belinda y de una forma u otra la iba hacer pagar, con mi hijo nadie se metía.
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La Mejor Amiga de Mamá (Jenlisa)
FanfictionDiferencia de edad La diferencia de edad no están importante, es decir ¿qué tanto pueden importar 2 ó 3 años? Pero es un obstáculo cuando tal diferencia es de 16 años Yo era una chica que solía ignorar las tolerancias del amor, hasta que me enamoré...