Las calles de esta ciudad siempre me amenazan con tu presencia, cada lugar de ella me recuerda tu escencia.
No es que aún te ame, pero no podría soportar ver tu rostro en la acera, saber cómo reaccionaras después de tantos años de ausencia y si aún te interesa mi presencia.
El amor puede curar pero también puede dañar.
Te elegí con vendas en los ojos, dañe y fui dañada, el karma existe, sé que después de todo este tiempo es iluso, pero un toque de tu mano podría aliviar este sentimiento.
No es que aún te ame, pero podría soportar ver tu rostro por la mañana, sentir tu tacto en mi piel, podría ver perfectamente con esas vendas en el rostro, incluso si una vez más tuviera que quemarme.
10 enero 2021
