¿No es gracioso? pensé que merecías más de lo que tenías y mi nombre te presté. Por noches completas le razaste, para después alejarte.
Las espinas blancas me cortaban, la sangre de mi ser drenaba y yo aquí, sin saber qué hacer.
Pensé que merecía el dolor que me dabas
porque era a ti a quien deseaba y si no estaba dispuesta a esperarte ¿cuánto tiempo pasaría /necesitaría para que alguien me amara?