Con el paso de los años los viejos cuadernos de mi habitación han sido albergue de polvo, bacterias, amores de momento, amores de verano y dolores que ardían como el infierno, pero ninguno como el tuyo.
El tipo de amor que cuestiona mis días de felicidad e incita a extrañarte cada día más.
Similar a si la marea nunca hubiera bajado
Y el sol nunca hubiera brillado.
El amor que nunca has dejado enterrado.
El amor que con caricias y sueños obscuros creí haber ganado.Es otro día (no del diario) en el que te pienso y que extraño cada parte de ti que hace un mes dije odiar, se siente como si la marea nunca hubiera bajado y el sol nunca hubiera brillado, como si extrañara una parte de ti que nunca conocí.
Supongo que este tipo de amor te persigue hasta que decides enterrarlo y olvidas los recuerdos en los que tus manos eran la splumillas y mi cuerpo era las cuerdas y yo tu guitarra favorita.