Porque te amé sin interrupciones, sin desear que alguien más fueras, sin pedir mejores versiones de ti pues ya eras todo lo que quería, necesitaba y anhelaba para vivir.
Me encontraba en cada espacio de tú ser, en cada anochecer y ni hablar del amanecer, eras más de lo que había pedido alguna vez.
En la penumbra cúspide del deseo te encontré, de inmediato supe que a nadie más le quería pertenecer.
Diría galileo que fue cuestión del deseo, yo opto por dante y su razón de haber encontrado un eterno amante.