14- San Francisco ∞

2.5K 104 130
                                    


La creía, al principio quiso creerla por la necesidad de que aquello no terminara, por la de recuperarla, por no tener que renunciar a lo que sentía por ella, a ella. Cada uno de los días de aquella semana fue una auténtica tortura que la desesperaba por dentro mientras intentaba hacerse la idea de que todo había acabado, dónde empezó, en la habitación de aquel hotel, era una sensación desgarradora porque encima era ella la que le había puesto fin, pensando que con el tiempo dolería menos estar lejos de ella que seguir permaneciendo cerca en aquellas condiciones, ya no podía soportarlas más, se había enamorado irremediablemente de Clarke y eso no era compatible con seguir con ella mientras siguiera con su mujer. Quería otra cosa, quería poder darle libertad a aquellos sentimientos independientemente de dónde estuviera, amarla y que la amara en exclusiva, quería salir a comer con Connor y poder besar a Clarke al mismo tiempo, sin tener que esconderse más, quería hacer todo lo que hacían las parejas normales, tomarse un puto café con ella en la cafetería de la oficina y poder cogerla o acariciarle la mano sin importar quién mirara, pasear por el parque del Golden Gate y abrazarla en medio de la calle. Pedía cosas sencillas, cosas que hicieran su día a día más feliz y no tener que echarla de menos, poder mirarla de esa forma tan evidente y sonreírle porque las cosquillas en su estómago al ver aquel azul mirándola de vueltas la llevaban a hacerlo. Al principio quiso creerla y después la creyó sin más.

Cuándo le dijo el primer "Te quiero" la pilló maravillosamente desprevenida, no se podía creer haber escuchado eso de sus labios mientras la rubia buscaba no perder su verde de vista, creía que nunca le había ido el corazón tan deprisa, su estómago entró en ebullición y por mucho que no pudiera creérselo allí estaba esa chica, repitiéndoselo una y otra vez, trayéndola de vuelta al mundo en el que quería estar y no en uno en el que solo había vacío y desolación. Había ido a buscarla para decirle dos de las cosas que más necesitaba escuchar, y si lo había hecho no podía no ser cierto. No se lo iba a pedir, ella nunca haría eso, no la pondría en el compromiso de tener que elegir, simplemente pensaba apartarse para ponérselo fácil aunque fuera lo más difícil que hubiera hecho nunca y al final a Clarke le compensó más el ir a buscarla, dar aquel paso que haría que toda su vida cambiara de golpe, que tendría muchas consecuencias que tal vez ni siquiera podría predecir en aquel momento, sabe Dios que la entendía y se ponía en su lugar, que empatizaba con sus miedos y por eso ella buscaba la forma en su cabeza de minimizar los daños, de poder rebatirla y desmontar sus argumentos, de hacerle ver que podía tenerla a ella y no destrozar a su familia de la forma que ella pensaba que iba a hacerlo, que sería duro, si, pero podrían seguir siendo felices de otra forma, ella pensaba darlo todo por la rubia y por aquel pequeño. Era consciente de que argumentar aquellas cosas con la rubia sería infructuoso, porque su cabeza ya había dibujado un patrón muy claro, inamovible y tampoco creía que tuviera derecho a pedirle nada, por eso se callaba, hasta que ya no pudo hacerlo más.

Tenía miedo de preguntarle qué le había hecho tomar esa decisión, más allá de que le dijera que no podía vivir sin ella, porque tiempo atrás tampoco se imaginaba sin que estuviera en su vida pero no daba ningún paso más ni se lo plateaba si quiera, quizás el sentir que la había perdido de verdad la hizo reaccionar de esa forma, tal vez los días de Clarke habían sido igual de horribles e insoportables que lo suyos. Pero el miedo seguía ahí, el miedo a que al volver a casa se lo replanteara todo, que echara marcha atrás al tener su realidad de nuevo cara a cara, que ella siguiera sin ser suficiente. Por eso no le preguntaba "¿Estás segura?" Porque cómo dudara tan solo medio segundo sería poco más que una tragedia, en su lugar le preguntó "¿Qué sientes?" Porque debía sentir demasiadas cosas en aquellos momentos, joder, es que su vida iba a dar un giro abrupto y su hijo seguía estando en el centro de todo, eso no había cambiado y era el motivo por el que la rubia nunca pensó cambiar nada ¿Tanto le importaba de verdad cómo para saltar al vacío de esa forma? El pensar que sí la hacía sentir increíble y quererla todavía un poco más, que su necesidad de ella aumentara. Clarke no quiso hablar de ello en todos los días que restaban de viaje y ella se esforzó por hacer entender, por demostrarle que no iba a dejarla sola, que eran dos, que ambas estaban metidas en eso, que cada segundo que la necesitara iba a estar ahí y le hubiera gustado hablarlo para darle su opinión, su punto de vista, sus padres estaban divorciados, lo hicieron cuándo ella era algo mayor que Connor y no iba a negarle que fue un golpe, pero siguió queriéndolos a los dos por igual, siguió pasando tiempo con ambos y fue una niña muy feliz. Le dio vueltas a demasiadas cosas y Connor, ese niño al que adoraba simplemente por ser hijo de la rubia, era también su mayor temor. Solo podía confiar en que Clarke siguiera adelante con su decisión y tenía esperanzas por cómo fueron los siguientes días que pasaron en Los Angeles. Los últimos días en Los Angeles y los primeros en San Francisco. Cuando le dijo que ya no tenían que fingir ser alguien que no eran y que no pensaba esperar al próximo viaje para poder besarla de nuevo, la rubia la tomó por la cara y le dijo "Yo tampoco" pero entendía que no podían ser completamente libres hasta que Clarke rompiera con Nicole, le dijo que lo haría antes del siguiente viaje, para darle tiempo a su mujer de estar sin ella, estaba segura de que no querría verla, que necesitaría un tiempo para asimilarlo todo y ella tendría que irse de casa unos días, prefería aprovechar aquel viaje. No sabía cómo lo hubiera hecho ella, pero lo importante es que la rubia iba a hacerlo y dejaría que fuera a su manera, no se meterían medio, conocía mejor a Nicole y tan solo tendría que esperar un par de semanas más ¿Qué era eso comparado con los meses atrás o con perderla? Era algo muy delicado y Nicole una mujer enamorada de la misma persona que ella, entendía que necesitara pensarlo y hacerlo bien, el daño que iba a hacerle no podía evitárselo, pero podría hacerlo de la mejor manera posible. Le parecía increíble que aquello fuer a pasar de verdad, que al final su arriesgada apuesta le hubiera salido bien cuándo en realidad nunca tuvo esperanzas. Llevaba días en una puta nube y no iba a darle más vueltas.

The price of loving you - GIP Clarke -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora