17- Lexa

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No se lo creía, imposible, simplemente era imposible, se negaba a aceptar aquellas palabras porque no tenían sentido, no solo no lo tenían, eran ridículas, carentes de toda lógica, imposibles de comprender porque no tenían relación con nada de lo que ella había vivido, de lo que había sentido, no encajaba por ninguna parte. Su forma de tratarla, de mirarla, con miles de ellas y matices distintos que solo eran para ella, de sonreírle de mil maneras distintas, especiales todas porque reflejaban lo que a la rubia le pasaba por dentro y por eso le llegaban así, porque también eran solo para ella, ese sentimiento era solo para ella. El "Te amo" no pudo habérselo inventado ni ser por el calor de momento, lo vio en su mirada y lo sintió en cada letra, joder es que lo había visto, aquella noche lo vio, igual que sintió cómo iba formándose poco a poco durante todo el tiempo que pasaban juntas, igual que le había pasado a ella y por eso lo dijo también, porque estaba enamorada de Clarke, desde el principio y no verbalizarlo llegaba un punto en que era una absoluta gilipollez, porque lo tenían todo por delante, al alcance de sus manos y las dos iban juntas de esas manos directamente hacía aquel objetivo. Juntas, iban juntas, al fin lo hacían y creía en ello más que en cualquier otra cosa, por fin veía que su pequeño mundo se expandía de verdad y consumía todo a su alrededor transformándolo en la realidad con la que tanto y tanto tiempo había soñado.

Así que ahora no podía decirle aquello, no era verdad, era una puta mentirosa, tenía que serlo, tenía que haberle mentido a la cara porque si no era así había sido una puta actriz de cojones, que le dieran todos los putos Oscar que restaban en la historia de la humanidad y había jugado con sus sentimientos de una forma magistral, si no le había mentido a la puta cara iba a destrozarla, a romperla en mil pedazos de los que no se iba a poder reconstruir de lo chiquititos en los que se había partido, prácticamente invisibles. Su vida, su vida entera se iba tras la rubia, parte de lo que era y de lo que sería jamás porque nunca volvería a ser la misma, era el amor de su vida y si se marchaba era lógico que se llevara aquel amor para siempre con ella. Se negaba y se resistía, algo tenía que haber pasado, algo gordo para que Clarke reaccionara así, algo que tuviera que ver con Connor para que fuera capaz de decirle eso frente a frente. Tenía que hablar con ella, decirle que fuera lo que fuera lo hablara con ella, que entre las dos lo solucionarían, buscarían la forma una y otra vez hasta dar con la solución, se sintió ridícula casi suplicándole pero lo haría otra vez, no le importaba que la viera desesperada porque lo estaba de verdad, solo necesitaba hablar con ella más tranquilamente, solas las dos, con tiempo para escuchar y ser oída, no podía acabarse, simplemente no podía acabarse porque en ese momento sentía que acabaría todo, que nada más tenía sentido, su vida no la tenía si aquello se convertía en su nueva realidad. Joder, esperaba que Kate no se hubiera sentido así cuándo ella la dejó, era horrible, insoportable la perspectiva de una vida sin ella después de haberla sustentado en las palmas de sus manos.

Subió a su piso en estado de shock y después fue apareciendo la rabia ¿Cómo se atrevía? ¿Un puto capricho que le calentaba la cama cuándo estaba fuera de casa? Hubiera seguido acumulando rabia de no ser porque pensó "Imposible" e intentó buscarle alguna lógica que le quitara aquel pesar en medio del pecho, no la encontró, la tendría en cuanto Clarke decidiera contarle lo que realmente había pasado, porque aquella primera parte de la conversación era la única que tenía un poco de sentido, era la parte que podrían solucionar juntas porque nada había cambiado y aunque la rubia lo viera diferente no era así, nada había cambiado y las consecuencias de aquella decisión iban a ser las mismas en ese momento que días atrás. Seguro que solo se había agobiado, estaba saturada, emocionalmente agotada y aquella había sido su forma de coger aire, no pasaba nada, lo entendía porque ella también lo estaba, solo que su respiro era poder estar con ella ya.

Se obligó a respirar mucho más profundo, soltando el aire despacio, pidiéndose a si misma relajarse o entraría en un estado en el que le resultaría complicado salir y debía mantener la calma y las emociones a raya, porque tenía que aclarar aquello, solucionarlo, sería lo primero que iba a hacer nada más pisar la oficina, iría buscarla y lo aclararían todo porque no podía seguir ni un minuto más así, aquella noche tendría que pasarla lo mejor que pudiera y no pensar en lo que acababa de pasar, no podía pasarse del todo a nada de aquella forma, de esperar una señal de Clarke que le dijera que el día que tanto había esperado por fin había llegado a un mensaje con aquel desenlace. Un sin sentido. Cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo que había pasado con ella las habían llevado hasta ahí y aquel final no era el correcto, no era al que aquel camino que habían recorrido juntas desembocaba. Un error, eso habían sido las últimas horas, Clarke se daría cuenta y si tenía que darle más tiempo se lo daría, a lo mejor había sido culpa suya por presionarla, no había sido su intención pero lo había hecho y había provocado aquello, así que si tenía que esperarla un poco más, estaba dispuesta a ello, se lo dejaría claro desde el principio, le diría "Quiero estar contigo, pero no me importa cuándo" aunque no fuera verdad del todo y que la rubia diera los pasos que tuviera que dar a su ritmo. No tenía que sacar las cosas de quicio tan pronto, ni agobiarse, ni estresarse ni mucho menos venirse abajo y aunque esa noche no durmió pensando en ella, en ellas, aunque le dio mil vueltas a la cabeza, tantas que el vértigo solía hacer acto de presencia, consiguió pasarla con la esperanza de verla al día siguiente y que las cosas volvieran a ser cómo antes, no le cabía en la cabeza otra cosa que no fuera esa, se amaban y esa era la única verdad que tenía cien por cien clara y en base a eso giraba todo lo demás, así que esas palabras hirientes no se las creía.

The price of loving you - GIP Clarke -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora