The price of loving you - GIP Clarke -

16 - El momento del destino

Las pulsaciones volvían a irle a mil por hora porque la realidad volvía a estampársele en las narices y las semanas en Los Angeles no habían sido exactamente como las había imaginado, entendía a Lexa y respetaba la forma en que quiso llevarlas, fueron increíbles de todas formas porque pudo pasar tiempo con ella y dejó el miedo de haberla cagado casi desde el primer momento que entró en aquella habitación. Y al final se llevó aquel regalo de despedida que no esperaba y que no buscaba, pero lo agradeció porque la necesitaba y lo que le esperaba en los próximos días era más fácil después de haberla sentido así. Estaba decida a hacer o que tenía que hacer nada más pisara el suelo de su casa o tal vez al día siguiente pero de ahí no iba a pasar, era insostenible y a veces sentía que los ataques de ansiedad la sobrevolaban y solo quería acabar con aquel estado de tensión, malestar y culpa constante y de paso que Lexa dejara de pasarlo mal por ella, que dejara de esperarla de una vez. La tenía frente a ella, al lado de un taxi a la salida del aeropuerto, sus caminos se separaban en aquel momento, muy a su pesar y en contra de su voluntad, cuanto más tiempo pasaba a su lado, más difícil le era alejarse de ella después, algo de ella se iría con la morena y no le molestaba, pero la sensación que le dejaba era incómoda. La cogía de las manos y miraba su rostro una vez más, ese que parecía esculpido por unas manos divinas, uno que iba a necesitar guardar en su memoria hasta que ella diera aquel paso, porque había aceptado la condición de Lexa, esos ojos que a los que a veces se reducía su mundo entero, haciéndolo perfecto, esa mirada que la despertaba por dentro y la atontaba por fuera, el rostro de la mujer que amaba y que iba a dejar ir una vez más, pero esta vez sería por poco tiempo, la paciencia de Lexa no era infinita y ella no quería agotarla, tampoco podía esperar más, no podía alargar su propio sufrimiento ni el de las personas que la querían.

No pongas esa cara - Le dijo la morena - Cuándo soluciones esto, nos volveremos a ver, empezará nuestra historia, la de verdad

Voy a echarte de menos cada segundo que no pueda verte - Tiró de sus manos un poco más hacia ella, la distancia siempre la parecía infinita entre ellas, hasta cuándo no la había -

Estaré esperando tu llamada - Lexa acunó su cuello con las manos, clavando la mirada en su azul y algo dentro de ella se derramó y la dejó con una sensación de hormigueo generalizada- Hazlo bien, encuentra el momento y después llámame, estaré ahí para ti

Encima aquella chica la hacía sentir como si el romper con Nicole no fuera lo que estaba esperando para poder estar con ella, que no quería quitarse a su mujer de encima de forma egotista, que iba a estar ahí para recomponerla por si se rompía porque sabía lo duro que iba a ser para ella hacer algo así, quería encargarse de que sintiera su apoyo, de que estuviera bien y lo de estar juntas en ese momento era lo secundario a pesar de ser lo principal. A lo mejor se sentiría liberada y destrozada a partes iguales en un primer momento y después tendrían que remar juntas hasta salir completamente a flote, no les esperaba un camino fácil, pero quería recorrerlo a su lado y estaba segura que con ella cogiéndola de la mano todo iba a ser mucho más simple, más llevadero, Lexa era todo lo que necesitaba para sentirse segura con eso. En realidad, Lexa era la razón de todo, era la esperanza, era el amor de su vida y solo por eso ya merecía la pena arriesgarse a cualquier dificultad de la vida le pusiera por delante.

Lo haré, te llamaré e iré a buscarte, no quiero que esperes demasiado, ya lo has hecho bastante, encontraré ese momento, te lo prometo

Sabes que puedes quedarte en mi casa si...

Gracias - Acarició con suavidad el rostro de la morena - Ya veremos ¿Vale?

No quería pensar en el momento de después, que tendría que irse de casa lo tenía casi seguro, como también lo tenía que Nicole no iba a echarla, así que la decisión sería solo suya, o quizás entre las dos decidirían qué era lo mejor para Connor, decírselo o esperar, quizás de eso dependería cómo serían las cosas al terminar con su relación, si se iba o se quedaba unos días más, pero creía que no quería meterse en casa de la morena, no quería invadir así su intimidad ni aprovecharse de eso, se iría con sus padres hasta que encontrara otra cosa, tal vez solo tendría que estar unos días, tal vez una semana y después se asentaría, sabía que por su zona habían varios alquileres disponibles, había estado mirando, adelantándose a aquel momento, porque quería seguir estando lo más cerca de su hijo posible. Ahora mismo todo era un caos en su cabeza que esperaba ir organizando paso a paso, conforme tuviera que ir enfrentándose a los acontecimientos.