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—Eso tendrás que preguntárselo a tu papá —dijo Chan. Baekhyun le había dicho a Jisung que Chan era un mal hombre. El era quien tenía que explicar por qué—. No todo el mundo ve las cosas de la misma manera. Puede ser que no quiera que tú sigas el ejemplo de tu padre ni el mío.

Baekhyun no parecía entender los peligros de vivir en el territorio de Arizona, como su madre tampoco había entendido lo que significaba vivir en Texas.

—Pero...

—Si quieres que te enseñe a montar a caballo, tendrás que portarte como un hombre. No escaparte a escondidas. Míralo de frente y pregúntaselo.


Eso es lo que deberían haber hecho Minho y él. Pero su madre no lo habría entendido. Ella no les habría creído, en especial porque su padre les había asegurado que iban a estar a salvo. La madre de Chan siempre creía todo lo que le decía su esposo, sin importar lo insensato que fuera... pero, de todas maneras, Minho y él deberían haberlo intentado.

—Pero ya se lo he preguntado.

—Vuelve a preguntárselo. Tu papá puede cambiar de opinión, como cualquiera de nosotros. Chan esperaba que Baekhyun estuviera comenzando a entender que un chico empezaba a aprender a ser un hombre mucho antes de que le cambiara la voz o comenzara a fijarse en las chicas.

—¿Puede el comisario enseñarme a montar? —le preguntó Jisung a Baekhyun y fijó otra vez la mirada en el suelo.

—Míralo a los ojos —dijo Chan—. Sólo los cobardes miran al suelo cuando están hablando con alguien.

—Yo no soy ningún cobarde —dijo Jisung y miró a Chan con furia.

—No he dicho que lo seas. Sólo necesitas que alguien te dé un consejo de vez en cuando.

Chan deseaba que Baekhyun pudiera entender el esfuerzo que el chico estaba haciendo para tratar de crecer y lo importante que era para él poder portarse como un hombre, ante los ojos de un hombre. A pesar de lo mucho que el chico amaba a su papá , la opinión de Baekhyun nunca sería la última palabra en ese asunto. Si el no lo entendía, el chico seguiría desafiándolo. Y a el se le rompería el corazón si perdía ese amor tan especial que siempre había existido entre los dos.


—¿Puedo, papi? —preguntó Jisung.

—Si el comisario accede a ir al cañón —dijo Baekhyun—. Tendrás que mantener a Sandy en el pastizal.

—Pero JongIn...

—Tal vez te deje traer de nuevo a Sandy después de que el señor Wilson reconstruya el establo. Pero ahora no tienes dónde guardarlo.

Todos miraron hacia el establo. Las llamas estaban comenzando a perder fuerza. El fuego había consumido toda la paja y el heno y la mayor parte de la estructura, pero las tablas eran demasiado gruesas para quemarse tan rápido.

—¿Está seguro de que no le importa verme por su querido cañón? —preguntó Chan cuando Jisung se alejó para hablar con JongIn.

—No he cambiado de opinión con respecto al gusto por matar —dijo Baekhyun—, pero es evidente que Jisung necesita muchas cosas que yo no le puedo dar.

Las palabras de Baekhyun tocaron fibras que todavía estaban resentidas por la rabia y Chan perdió los estribos.


—Pero enseñarle a montar no va a solucionar eso. Debería buscarse un marido para usted y un padre para el niño.

Decir eso fue como acercar un fósforo a un montón de leña seca. Baekhyun prácticamente explotó. Chan nunca lo había visto tan furioso.

Baekhyun (Libro 4 - serie 7 novios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora